Aunque no me suele gustar el humor marrón en los libros infantiles, pues se abusa mucho de él y acaba siendo un recurso facilón, hay excepciones. Una es ¡No, no fui yo!, de Ivar Da Coll.
28 mayo, 2013
Aunque no me suele gustar el humor marrón en los libros infantiles, pues se abusa mucho de él y acaba siendo un recurso facilón, hay excepciones. Una es ¡No, no fui yo!, de Ivar Da Coll.