Cuando leí estos comentarios busqué los tres primeros libros de la serie El joven Samurái, de Chris Bradford, que, por lo que sé, son los únicos publicados en castellano.
El camino del guerrero comienza en 1611, en las costas japonesas. El joven Jack Fletcher, doce años, es el único superviviente a un ataque de piratas ninjas contra el barco mercante que pilotaba su padre. Es recogido en la casa de un famoso samurái, Masamoto Takeshi, donde comienza su adaptación al país pero, incluso allí, vuelve a ser buscado por los ninjas. Estos desean el cuaderno de bitácora que le dejó su padre, que tiene un gran valor comercial y político pues contiene información sobre rutas de navegación seguras por todo el mundo. Averigua entonces que los ninjas están dirigidos por el temible Ojo de Dragón, un ninja que también asesinó, tiempo atrás, al hijo mayor de Masamoto. Este, pocos meses después, a la vista de las buenas cualidades de Jack, lo envía a la escuela de futuros samuráis que dirige él mismo, la Niteh Ichi Ryû, o Escuela de los Dos Cielos. Allí hace amigos, con apoyo sobre todo de Akiko, una chica que le hace comprender las costumbres japonesas. Su oponente principal en la escuela es uno de los más dotados luchadores, llamado Kazuki, que odia profundamente a los gaijin (o extranjeros), y también, al principio, tiene como rival a Yamato, el hijo de Masamoto.
El camino de la espada narra el segundo año de Jack en la escuela. Van en aumento los prejuicios de algunos compañeros contra él según se propaga, en todo Japón, la persecución contra los extranjeros y los cristianos. Jack aprende nuevas habilidades y se prepara para el desafío al que deberá enfrentarse al término del curso: el círculo de Tres. Esto es importante porque sólo quienes lo pasan con éxito podrán ser entrenados en la técnica de lucha de los Dos Cielos, y Jack piensa que dominarla es su única posibilidad para derrotar a Ojo de Dragón cuando regrese a por él.
El camino del dragón es el tercer año. Jack se prepara para aprender los Dos Cielos: cómo combatir empleando a la vez una espada larga y una corta. Pero el conflicto social va en aumento y a los pocos meses estalla una guerra feroz en la que son alistados los alumnos mayores de la escuela junto con sus maestros. Jack se verá entonces amenazado, no sólo por Kazuki y Ojo de Dragón, sino también por un poderoso y malévolo jesuita que no puede ni ver a los protestantes ingleses. La edición española de este libro se abre con un episodio, titulado El camino del fuego, que cronológicamente corresponde al libro anterior.
Excepto el comienzo del primer libro y la segunda mitad del tercero, el esquema es el mismo. Por un lado, las clases en el interior de la escuela con muchas enseñanzas sobre formas de manejar distintas armas y formas de vida japonesas. El motivo por el que las enseñanzas son tan variadas es que, tal como le dirá a Jack el maestro de Zen en el tercer libro, «una nación que crea una diferencia demasiado grande entre sus sabios y sus guerreros acabará con su pensamiento realizado por los cobardes y su lucha librada por los idiotas». Por otro, se suceden distintos desafíos: unos son personales y están planteados por los enemigos del interior, Kazuki y su banda; otros son los planteados por los profesores, pues algunos no miran con simpatía a Jack; y otros son los colectivos, ya que la Escuela rivaliza con otras escuelas semejantes. Además, no faltan, en cada libro, unos asaltos de los ninjas con Ojo de Dragón al frente. Esto se adereza con los problemas personales que, por distintos motivos, tienen los amigos de Jack, con las extrañas desapariciones de Akiko, y con el misterio de quién es el hombre poderoso al que obedece Ojo de Dragón.
Un primer juicio global es que son novelas atractivas para muchos lectores, porque sus tramas tienen tensión, los héroes y rivales están bien dibujados, las descripciones de las artes marciales diversas y del uso de sus armas propias son excelentes, e incluso los elementos de tipo místico no suenan exagerados, aunque según avanza la historia van en aumento y la resolución de algunos asuntos es casi propia de novelas de fantasía. Algunos aspectos del interior de la escuela, así como los conflictos personales y colectivos, recuerdan las novelas de Harry Potter, aunque aquí las enseñanzas llegan a mayores extremos de competividad y violencia, que a veces podrían calificarse de enfermizas.
Hay muchos combates espectaculares que, para los no aficionados, tal vez sean excesivos, aparte de que el autor abusa del recurso de cómic de acabar los capítulos en un punto crítico en el que todo parece perdido para los héroes. Luego, como en tantas novelas con peleas terroríficas, no faltan los momentos enfáticos, como cuando se nos dice que Jack, prácticamente vencido en un combate, «experimentó una nada infinita». También hay técnicas de lucha poco creíbles, como la del kiaijutsu, el arte secreto de unos monjes guerreros que vencen a sus enemigos con un grito: el kiai, un alarido que no se trata de que sea muy fuerte sino bien concentrado, pues «la brisa más pequeña puede crear olas en el océano más grande»… Y, aunque históricamente sea cierto que hubo en aquellos siglos una buena cantidad de mujeres samurái, las frases para reivindicar el papel luchador de las chicas suenan demasiado a muchas novelas de ahora: cuando Jack, en un ataque de los ninjas, se sorprende de la enorme habilidad de Akiko en el combate y le pregunta cómo ha podido hacer eso, ella responde indignada: «Las mujeres japonesas no sólo llevan quimonos, Jack».
Chris Bradford. El joven samurai: El camino del guerrero (The Young Samurai. The Way of the Warrior, 2008). Barcelona: Ediciones B, 2008; 300 pp.; col. Escritura Desatada; trad. de Rafa Marín; ISBN: 978-84-666-3864-7. [Vista del libro en amazon.es]
Chris Bradford. El joven samurai: El camino de la espada (The Young Samurai. The Way of the Sword, 2009). Barcelona: Ediciones B, 2010; 348 pp.; col. Escritura Desatada; trad. de Rafael Marín; ISBN: 978-84-666-4123-4. [Vista del libro en amazon.es]
Chris Bradford. El joven samurai: El camino del dragón (The Way of the Dragon, 2010). Barcelona: Ediciones B, 2010; 483 pp.; col. Escritura Desatada; trad. de Rafael Marín; ISBN: 978-84-666-4528-7. [Vista del libro en amazon.es]