En su momento me gustaron las novelas de Hanns Radau sobre las aventuras de Pequeño zorro, el gran cazador y el último jefe. En mi experiencia, los buenos relatos sobre la vida en contacto con la naturaleza tienen siempre un público fiel al que incluso no le importa que sean antiguos sino que, más aún, con frecuencia los valoran mucho precisamente por eso, porque la edad a veces es garantía de que contienen experiencias e información de interés.
5 agosto, 2009