Como hace poco hablé de Soy un Gato y, tiempo atrás, de Botchan, pongo ahora la otra novela de Natsume Soseki que conozco, y la que más me ha gustado a pesar de su premiosidad, Kokoro. En la edición que cito abajo hay una extensa introducción que da muchas explicaciones acerca de la importancia del autor, de las características generales de su obra, y de las particularidades de Kokoro, la más celebrada de sus novelas.
El narrador de las dos primeras partes de la novela es un estudiante universitario que nos cuenta el inicio y desarrollo de su relación con Sensei, un hombre mayor sin trabajo conocido, a quien acaba convirtiendo en su guía intelectual y moral; y la larga enfermedad de su padre, a quien quiere pero cuya rusticidad contrapone con la elegancia que atribuye a Sensei. La tercera parte es una larga carta de Sensei en la que le revela el enigma de su pasado.
El título, «Kokoro», es una palabra intraducible pues significa muchas cosas a la vez: corazón, mente, interior, espíritu, alma, sentimientos, voluntad, sensibilidad… Con ella, el autor indica su voluntad de mostrar los mundos interiores del narrador, por un lado, y de Sensei, por otro. A los personajes principales no les da nombre para reforzar su condición de arquetipos y cuenta las cosas muy lentamente, poniendo delante del lector lo que sucede como en esos cuadros japoneses donde todo se ve siempre con la misma perspectiva y a igual distancia. Y es que, aunque hay escenas excelentes, no todo es igualmente significativo, y un lector occidental quizá piense, como es mi caso, que casi bastaría con la tercera parte, la que contiene la confesión de Sensei, y que incluso esta podría condensarse. Además, a una mente que tenga conceptos básicamente cristianos no le resultará fácil asumir la propuesta del suicidio como si fuera la salida más digna para remediar una traición del pasado, ni unos planteamientos tan solemnemente centrados en uno mismo.
De todos modos, y al margen de su valor histórico, es una interesante novela pues significa un acercamiento a un modo distinto de comprender la existencia humana, recoge bien la necesidad que un chico joven tiene de adultos de referencia, muestra con talento cómo quien sufre una dolorosa traición puede acabar siendo él mismo traidor, habla con honradez y convicción de cómo una culpa del pasado no reparada puede acabar consumiendo una vida.
Natsume Soseki. Kokoro (1914). Madrid: Gredos, 2009; 335 pp.; col. Biblioteca Básica Gredos; introducción, trad. y notas de Carlos Rubio; ISBN 13: 978-84-249-3593-1. Nueva edición en Madrid: Impedimenta, 2014; 304 pp.; trad. de Yoko Ogihara y Fernando Cordobés; ISBN: 978-8415979128. [Vista del libro en amazon.es]