Conozco personas que se desaniman al ver que, teniendo más medios educativos que nunca, los resultados son tan pobres. Al margen de que las leyes educativas dictadas por las ideologías o los prejuicios contribuyan lo suyo al desastre, pienso que desde un punto de vista inmediato y personal, en los ámbitos inmediatos donde muchos sí pueden actuar con eficacia, con frecuencia los padres olvidan que el esfuerzo educativo es necesario siempre. A veces se simplifica y se dice que, a ciertas edades, es muy fácil que un niño aprenda idiomas, o arte, o lo que sea… Pero la facilidad con que un niño puede aprender cosas no es nada comparada con la facilidad con que puede no aprenderlas.
18 junio, 2006