Inmunes a la parodia

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Inmunes a la parodia

En Postguerra, Tony Judt menciona el Festival de Eurovisión como algo significativo de los años setenta —por cierto que dice que se emitió por primera vez en 1970 aunque lo cierto es que comenzó en 1956—, y hace un comentario que me resulta gracioso y me parece certero: «La idea y la producción del Festival de Eurovisión, en el que cantantes melódicos y desconocidos de segunda fila de todo el continente interpretaban canciones mediocres e insulsas antes de regresar en la mayoría de los casos a la oscuridad de la que habían salido, era tan tremendamente banal que era inmune a la parodia. Quince años antes ya habría estado desfasado. Pero, precisamente por eso, anunciaba algo nuevo. El entusiasmo con el que el Festival de Eurovisión fomentaba y encomiaba un formato lamentablemente pasado de moda y a una caterva de intérpretes ineptos reflejaba la aparición de una cultura de la nostalgia, tan melancólica como desencantada. Si el punk, la postmodernidad y la parodia constituían una respuesta a la confusión de una década de desencanto, lo “retro” era otra». Y, visto lo visto, después de la nostalgia viene la descomposición.

Tony Judt. Postguerra: una historia de Europa desde 1945 (Postwar. A History of Europe since 1945, 2005). Madrid: Taurus, 2006; 920 pp.; trad. de Jesús Cuéllar, Victoria Gordo del Rey; ISBN: 84-306-0610-6.

 

6 septiembre, 2008
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