El duelo es una narración algo distinta de las demás de Joseph Conrad: por sus escenarios, por su tema, y porque no contiene digresiones sino que se ciñe casi totalmente a los hechos. Es también original en su forma de contar un episodio prolongado en el tiempo: es casi como si lo mismo volviese a ocurrir una y otra vez, de forma totalmente realista pero también con un cierto carácter de pesadilla para uno de los dos protagonistas.
Estos son, al comienzo, en 1800 y en Estrasburgo, dos tenientes en dos regimientos de húsares de Napoleón: Feraud, un tipo colérico y primario, y D’Hubert, un hombre cortés pero arrastrado por el ímpetu y la violencia de Feraud, además de por los usos sociales de su época y su ambiente. Feraud se siente ofendido por D’Hubert y lo reta; a ese primer duelo le seguirán otros, a lo largo de casi veinte años, en diferentes escenarios, pues por distintas razones ninguno termina con la muerte de uno de los dos y Feraud no acepta nunca una posible reconciliación.
Para quienes les rodean, el motivo para el duelo se oscurece con el tiempo y se termina transformando en un misterio para todos y en una especie de leyenda que se alza sobre algo desconocido, por más que todo sea tan estúpido. Un personaje, al final, dice: «en este asunto de honor creo que ha habido desde el principio hasta el final algo que nadie en el ejército ha podido desentrañar (…). En misterio se inició, en misterio se desarrolló, y en misterio acabará, según parece».
Acerca de este relato decía su autor que «lo que intentaba capturar con mi pequeña red» era el espíritu de heroica ingenuidad de una época «que no fue precisamente militarista pese al continuo fragor de los combates, sino juvenil, casi infantil en su exaltación de los sentimientos». Y apunta su amigo y crítico Edward Garnett, que «El duelo es un ejemplo perfecto del método de Conrad para presentar un asunto desde varias perspectivas complementarias, para mostrar el forro raído bajo el paño del abrigo». La primera edición que cito contiene un largo prólogo con lenguaje que, para mi gusto, es demasiado académico-técnico.
Joseph Conrad. El duelo (The Duel, 1908). Córdoba: Berenice, 2006; 218 pp.; edición e introducción de Julián Jiménez Heffernan; trad. de Mario Jurado; ISBN: 84-935047-4-2. Otra edición en Madrid: Alianza, 2008; 152 pp.; col. El libro de bolsillo, Biblioteca Conrad; trad. de Arturo Argüero; ISBN: 978-84-206-6836-9. Nueva edición en Alianza, 2016; 168 pp.; col. Libros Singulares; ISBN: 978-8491043331. [Vista del libro en amazon.es]
Joseph Conrad. Nota del autor: los prólogos de Conrad a sus obras (Conrad’s Prefaces to His Works, 1937). Segovia: La Uña Rota, 2013; 237 pp.; traducciones de Catalina Martínez Muñoz, Eugenia Vázquez Nacarino y Miguel Martínez-Lage; con un ensayo de Edward Garnett; ISBN: 978-84-95291-27-1. [Vista del libro en amazon.es]