
A estas alturas habrá quedado claro que Dostoievski es uno de mis autores favoritos. Entre otras cosas, como explica Joseph Frank, porque fue un maestro en la creación de personajes que actuaban como encarnaciones de ideas y actitudes socioculturales, en tomar incidentes reales y ampliarlos y magnificarlos de acuerdo con la técnica de su realismo fantástico hasta convertirlos en los núcleos de sus historias. Quizá, para un lector joven, el primer libro a recomendar sea Crimen y castigo.
6 enero, 2006