Pensar en términos de necesidades humanas

Educación (desde arriba)Educación (desde arriba)
 

Hace días mencionaba un texto de Hannah Arendt en el que, a propósito de la educación de los niños, decía que «precisamente por lo que es nuevo y revolucionario en todo niño, la educación debe ser conservadora». Puedo apoyar la idea desde otro punto de vista recordando unos comentarios de Robert Hugues sobre la planificación arquitectónica que se hizo de Brasilia, «un ejemplo abrumador de lo que sucede cuando se diseña para un futuro imaginado en vez de para el mundo real», una ciudad que con el paso de pocos años «dejó de ser la ciudad del mañana para convertirse en la ciencia-ficción de ayer». Y es que, dice Hughes, hay ámbitos en los que resulta necesario pensar siempre en términos de necesidades humanas y no en términos de aspiraciones políticas. Por eso, afirma, «en la vida de las ciudades, sólo el conservadurismo es la sensatez. Llegar a una conclusión así ha costado casi un siglo de afirmaciones y contraafirmaciones modernistas».

Robert Hughes. El impacto de lo nuevo.

4 septiembre, 2005
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