No sabía quien era Yoshitomo Nara, un conocido artista pop japonés, hasta ver el álbum El perrito que quería tener amigos, su primer libro infantil. Me ha dejado la impresión de que se publica por ser su autor alguien conocido y, por tanto, con un público que le sigue, pero que ningún editor de álbumes lo hubiera publicado, sin más, si viniera de la mano de un autor novel.
En él casi no se cuenta ninguna historia. Simplemente se muestra un perro gigante que se siente solo hasta que una niña muy pequeña lo encuentra y se hace su amiga. La narración, como tal, no dice más. La intención del autor parece estar en la bienintencionada exhortación final: «aunque tú también estés solo y te sientas muy triste, seguro que hay alguien en algún lugar que está esperando conocerte. ¡Lo que importa es que no dejes de buscar!».
Ni el argumento ni el álbum, como tales, tienen más interés que su tono afectuoso y alentador. Con todo, puede gustar pues atraen algunas imágenes: las del perro protagonista o las que contrastan su tamaño enorme con la pequeñez de la niña. El autor usa trazos gruesos para dibujar sus figuras y usa bien el recurso cinematográfico de poner primeros planos alternos de las caras del perro y de la niña mostrando sus emociones al estar frente a frente.
Yoshitomo Nara. El perrito que quería tener amigos (Lonesome Puppy, 1999). Granada: Barbara Fiore, 2013; 33 pp.; trad. de Marina Bornas; ISBN: 978-84-15208-36-5.