En contraste con el álbum-abedecedario de ayer, que claramente tiene como propósito ayudar al aprendizaje del niño, o en cualquier caso puede ser usado con esa intención, está un álbum sin palabras tan singular como ALFabeto, de Puño. El libro comienza con dos felices excursionistas o montañeros cuyas figuras forman la A. Los vemos recorrer distintos ambientes en los que se muestran o insinúan las sucesivas letras —en escenas realistas de bosque o de camping unas, pero también en otras imaginativas, como de ciencia ficción o de intrusiones urbanas en el bosque—, y terminar su periplo en un bosque de árboles talados donde reconocemos la Z. Las mayúsculas del título y el contenido aluden, tal como explica el autor en una nota final, a que el libro es también una defensa del Abeto. Son muchos los guiños bromistas y cinéfilos. Algunas ilustraciones encadenan pequeñas subtramas (es notable la de la manifestación ecologista en la que un tipo se encadena al abeto).
Puño. ALFabeto (2012). Sevilla: Kalandraka, 2012; 58 pp.; col. Alfabetos; ISBN: 978-84-92608-61-4.