Un relato extraordinario por muchas razones: El zorro ártico, del escritor islandés Sjón, poeta y letrista de canciones de Björk, para quien eso le interese. Una de las razones, para mí humanamente la mayor: cuando uno de los personajes ve por primera vez a una chica con síndrome de Down de nombre Abba, encerrada en una celda como si fuera un animal, el narrador dice que «levantó la cabeza y lo miró directamente a los ojos; sonrió, y su sonrisa multiplicó por dos la felicidad de esta tierra».
17 octubre, 2008