Sigo con más aforismos irónicos, esta vez no literarios, del agridulce Diario de Jules Renard.
—«Los burgueses son los demás».
—(Un 1 de enero). «Quiero tener un año excepcional, y empiezo levantándome tarde, almorzando demasiado y durmiéndome en un sillón hasta las tres».
—«Cuando me dicen que tengo talento no hace falta que lo repitan: lo entiendo a la primera».
—«Sé nadar lo justo para abstenerme de salvar a otros».
—«Los elogios se invierten como se invierte el dinero, para que nos lo devuelvan con intereses».
—«El talento es como el dinero: para hablar de él no hace falta tenerlo».
—«A los grandes la modestia les va bien. Lo que es difícil es no ser nadie y sin embargo ser modesto».
—«Vive de nada: un pequeño dolor le basta para llenar toda su vida».
—«Cuando uno se mira cinco minutos en el espejo, ya no se encuentra parecido».
—«A una mujer que acaba de pasarse una hora tocando el piano: —¿Le gusta la música, señora?»
—«Hay gente que retira sin problemas sus palabras, como quien retira la espalda del vientre del adversario».
—«La vida es corta, y aún así nos aburrimos».
—«Hay gente tan aburrida que te hace perder un día en cinco minutos».
—«Confieso que soy un sectario y no respeto lo que me parece idiota».
—«Un hombre con carácter no tiene buen carácter».
—«El coche, el tedio vertiginoso».
Jules Renard. Diario: 1887-1910 (Journal : 1897-1910, 1925). Barcelona: Grijalbo Mondadori, 1998; 243 pp.; selección y edición de Josep Massot e Ignacio Vidal-Folch; trad. de Ignacio Vidal-Folch; introd. de Josep Massot; ISBN: 84-397-0265-5. Nueva edición en Debolsillo, 2009; 304 pp.; ISBN: 978-8483467084. [Vista del libro en amazon.es]