El mundo incierto de Vikran Lall, de M.G. Vassanji, una novela construida para narrar la transformación poscolonial de Kenia, tiene a su favor unos personajes que atraen, un ritmo que no flaquea, y que cuenta bien cosas muy interesantes.
El narrador, un keniano de origen indio que ha sido calificado como el hombre más corrupto del país, recuerda su vida desde Canadá, donde vive oculto. Alternando el pasado con algunas escenas del presente, habla de su infancia y adolescencia, en el pueblo de Nakuru, donde tuvo como compañeros de juegos a su hermana Deepa, a Njoroge, un chico kikuyo que vivía con su abuelo, y a dos chicos ingleses; y donde vio la violencia salvaje de los Mau Mau contra los blancos y adivinó complicidades que nunca comentó con nadie. Habla después de su juventud, cuando ya toda su familia vivía en Nairobi, él fue a la universidad y su hermana se enamoró de su antiguo amigo de la infancia, Njoroge, relación que rechazaba su familia. Se centra luego en su vida profesional como intermediario y hombre de negocios de gran peso, debido a su eficacia y, sobre todo, a su relación privilegiada con Jomo Kenyata.
Lo mejor de la historia es el marco: la pintura colorista de un mundo en transformación y, por momentos, lleno de tensión; en particular se describen especialmente bien las dificultades de arraigo de la comunidad india. El narrador merece un sobresaliente por su claridad: por cómo salva las dificultades para guiar al lector a través de tantos grupos sociales tan diversos. En el debe de la novela se ha de cargar el esquematismo de algunos personajes; que las escenas que cuentan los tejemanejes para el enriquecimiento brutal de algunos personajes quedan un tanto diluidas; y que algunos pasos de la historia, en especial el desenlace, no resultan del todo convincentes.
En cualquier caso, las cualidades de la novela son muchas y, además, termina yendo al núcleo del problema: «Para mí el mundo era como era; distaba mucho de la perfección y no me correspondía a mí cambiarlo. Por tanto, evitaba hacer juicios morales, y eso se convirtió en el secreto de mi éxito». En otro momento dice que sí, que amasó una fortuna de cientos de millones y que por eso «debe de parecer que he hecho algo malo. Pero ése también es un juicio fácil. Pregunto: ¿habría cambiado algo si hubiera rechazado el fortuito papel que me ofrecieron? No cabe duda de que otro habría ocupado mi lugar. El juego del dinero requiere la presencia de alguien como yo, un elemento neutral que facilite las gestiones».
M. G. Vassanji. El mundo incierto de Vikram Lall (The In-Between World of Vikram Lall, 2003). Barcelona: Salamandra, 2006; 445 pp.; col. Narrativa; trad. de Gemma Rovira Ortega; ISBN: 84-9838-029-4. Otra edición en Quinteto Bolsillo, 2008; 448 pp.; ISBN 13: 978-84-9711-080-8.