Madrid: Espasa, 1923; dos volúmenes, 255 pp.; trad. de M. Ortega y Gasset.
Se puede leer la edición en inglés en el proyecto Gutenberg.
1830. Después de narrar la infancia de Tom Brown en el valle White Horse, el autor se centra en su vida en la Escuela de Rugby, donde sus padres le mandan cuando tiene unos diez años, pues «es mi objeto, afirma el narrador, tratar de las escuelas públicas, de esas injuriadas instituciones genuinamente inglesas». A su llegada, Tom se hace amigo de Harry East, y asiste a un discurso memorable de un alumno prestigioso, Brooke el Mayor, en el que alaba sin reservas al director de Rugby, el Doctor Arnold. Tom y Harry tienen problemas con un matón llamado Flashman, un tirano para los pequeños, pero lo vencen; después de la marcha de Flashman, ellos son repetidamente castigados por sus violaciones de las normas del colegio. Esta primera parte finaliza cuando un profesor sugiere al Doctor, preocupado por Tom y East, que, quizá, «si tuvieran algún pequeño que cuidar, se formalizarían». «Está bien —dijo el Doctor como suspirando—. Lo pensaré». En la segunda parte de la novela, de la que no conozco la edición castellana, el Doctor pone junto a Tom a un chico ejemplar, George Arthur, y todo se va encauzando satisfactoriamente. El último capítulo se fecha en 1842, cuando Tom sabe que ha muerto el Doctor.