Madrid: Alfaguara, 1991; 195 pp.; col. Juvenil Alfaguara; trad. de Miguel Martínez Lage; ISBN: 84-204-4698-X.
Nueva edición en Barcelona: Destino, 2005; 260 pp.; trad. de Gemma Gallart; ISBN: 84-08-06000-7. Otra edición en Planetalector, 2013; 312 pp.; col. Cometa +10; ISBN: 978-8408046233. [Vista del libro en amazon.es]
Jill y Eustace deben ayudar al último de los Reyes de Narnia en el momento más crítico. Las cosas se complican y hay batallas intensísimas, en las que no faltan los silbidos de las flechas y los zumbidos de las cuerdas de los arcos de los Enanos que, como es sabido, son arqueros muy experimentados y tienen una puntería infalible; y en las que combaten guerreros fabulosos y expertísimos, cazadores avezados y tenaces, siempre capaces de despertarse, aún del sueño más profundo, a la hora que se propongan. Llegan, por último, a un lugar extraño y profundo que despierta en ellos sensaciones que hacen exclamar al Unicornio: «La razón por la cual amaba la antigua Narnia era que a veces se parecía un poco a esto». Un lugar en el que, «adondequiera que mirasen, por muy lejos que estuviese, tan pronto fijaban la vista, todo resultaba muy cerca, todo era muy claro, como si mirasen por un telescopio». Y todos descubren una clase de felicidad que a uno le pone serio, tan maravillosa que no vale la pena malgastarla en risas.