Barcelona: Entrelibros, 2004; 36 pp.; trad. de Alberto Jiménez Rioja; ISBN: 84-933883-4-3.
Antes de marcharse por un rato, el conductor del autobús pide a los lectores que no dejen que la Paloma conduzca el autobús. La Paloma se queda sola frente al lector-interlocutor y, en sucesivas escenas, intenta convencerle de que le deje hacerlo: razona, trampea, se queja, intenta negociar, y, finalmente, su enfado estalla explosivamente.
28 enero, 2006