DUNCAN, Lois

DUNCAN, LoisAutores
 

Escritora norteamericana. 1934-2016. Nació en Filadelfia. Graduada en la Universidad de Duke, fue profesora en la Universidad de Nuevo México. Escribió novelas para niños y jóvenes, muy variadas, entre las que abundan las de misterio. Falleció en South Sarasota, Florida.


Corazón dividido
Barcelona: Molino, 1968; 176 pp.; trad. de C. Peraire; ISBN: 84-272-3615-8; agotado.

Alburquerque, Nuevo México. A casa de los Boynton llega Marta Weekoty, una chica cuyo nombre indio es Natachu. A cambio de poder vivir y estudiar en la ciudad, ayudará en las tareas de la casa y en el cuidado de los pequeños Teddy y Daniel, pues la señora Boynton y su hija mayor Laura, de la misma edad que Marta, están muy ocupadas en sus numerosas actividades sociales. Marta percibe las reticencias que provoca en Laura y en otras personas, pero se gana el cariño de los pequeños y el respeto de sus padres. Sus dotes para cantar le facilitan un puesto en el coro de la escuela y hacer amistad con Alan, un chico hacia el que se siente atraída. Un intenso final desencadena distintas decisiones.



Novela que corresponde a la primera época de la autora, antes de que se orientara hacia los relatos de suspense y miedo para jóvenes, de los que algunos han sido llevados al cine. Es una novelita centrada en la lucha que se plantea en el interior de Marta-Natachu, entre sus deseos de aprender sin ser infiel a sus raíces. Están captados y expresados con equilibrio tanto los matices psicológicos de la situación de Marta como los choques entre dos modos tan distintos de vivir. Marta percibe que pertenece a su pueblo y, según se integra en el mundo blanco, experimenta un sentimiento de pérdida que al principio no identifica. Se rebela contra el dominio indiscutido de su abuela, que impone no usar una lavadora porque es «trabajar contra los dioses». A la vez, se da cuenta de la falta de afecto en la familia blanca: «Sale tanto para no tener que ocuparse de mí», le dice Daniel de su madre, y Marta piensa que los chicos indios están más desnutridos, pero nunca les faltó atención. Marta concluye la importancia y la necesidad de que existan personas que sepan los dos idiomas y conozcan las dos civilizaciones, y se afianza en su decisión de ser un puente entre ambos mundos.

Una traducción antigua pone «hinchas» en vez de «animadoras» y no son pocas las erratas de la edición. Sin embargo, es un relato esperanzado en el que hay diálogos acertados y jugosos —«eres casi tan buena como la televisión», elogia el pequeño Daniel a Marta cuando canta una balada india—, e incluso resulta verosímil el subidón emocional del desenlace.

En el matrimonio hay algo más

Frente a tanto planteamiento en exceso sentimental a la hora de decidir primero el noviazgo y luego el matrimonio, esta novela da una lección de sentido común. Al principio, Natachu es novia de Matcito, un chico de su pueblo, al que, cuando vuelve de la ciudad por primera vez, ve ya muy distinto a ella. De regreso en Alburquerque, es ganada por las cualidades positivas de Alan, pero varios incidentes le hacen no verlo del todo claro. Comenta con su joven tío Leeka, con el que comparte muchos puntos de vista, la intención de formalizar su relación. Cuando su tío le hace notar con claridad sus temores, ella le replica que «el amor no es una cuestión de sangre». Leeka le da la razón pero añade que «en el matrimonio hay algo más que amor». Y una reflexiva y juiciosa Marta cae en la cuenta de que su tío está en lo cierto: para que su amor con Alan tenga futuro, ambos deben ser capaces de combinar los dos mundos y entender que «hay otras cosas que amar fuera del matrimonio» y que «no podemos huir de un mundo para escondernos en otro».

Otro relato: Hotel para perros.


6 octubre, 2010
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