Ilustradora inglesa. 1944-2017. Nació en Yorkshire. Se graduó en Arte con la especialidad de Ilustración. Trabajó en una agencia de publicidad. Se trasladó luego a EE.UU., donde vivió varios años y publicó El paseo de Rosalía, su primer libro para chicos, al que siguieron otros después de su regreso a Londres. Falleció en Londres.
El paseo de RosalíaSevilla: Kalandraka, 2010; 36 pp.; col. Libros para soñar; trad. de Silvia Pérez Tato; ISBN: 978-84-92608-32-4. Nueva edición en 2020. [
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Rosalía es una gallina que da un paseo a través de su granja, completamente ignorante de que un zorro la persigue, aunque una y otra vez le ocurre algo que le impide capturarla.
¡Buenas noches, Búho!Sevilla: Kalandraka, 2013; 28 pp.; col. Libros para soñar; trad. de Sandra y Óscar Senra Gómez; ISBN: 978-84-92608-75-1. [
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En un árbol vemos a un búho. El texto, en la página en blanco de la derecha, dice: «Búho intentaba dormir». Y, a continuación, en el mismo árbol van apareciendo los animales que, con sus ruidos característicos, no le dejan dormir: «abejas que zumban, bzzz, bzzz», «ardilla que parte nueces, crac, crac»; «cuervos que graznan, gra, gra», etc.
El paseo de Rosalía muestra algunas condiciones de un buen álbum: crea suspense pulsando el resorte de que Rosie no sabe nada pero los lectores sí saben; es bienhumorado y optimista pues las imágenes transmiten muy bien la determinación e inconsciencia de Rosie por un lado y las ansias y la decepción del zorro por otro. Todo se cuenta con unas ilustraciones vistosas a doble página cuya secuencia es siempre la misma: escena del acecho y escena del traspié del zorro. Son imágenes narrativas, detallistas para dar toda la información que no da el texto, 32 palabras en 33 páginas que sólo indican por dónde pasa la gallina, y evocativas para meter al lector en el escenario de la granja, con el recurso, por ejemplo, de no usar en ningún momento el azul. En otro orden de cosas, se puede pensar que si la autora pudo confeccionar esta historia debido a que pasó su infancia en una granja en la que con frecuencia dibujaba los animales que veía, ¿con qué referencias afrontará su historia un chico urbano de hoy?
¡Buenas noches, Búho! es también un álbum modélico para mirar, oír, disfrutar y aprender. El lector siente simpatía por Búho, que mira de reojo cada vez que alguien se instala en su árbol y hace ruidos: las imágenes, graciosas y expresivas, provocan que los lectores se fijen para ir reconociendo los sucesivos cambios que se van dando. El ritmo viene dado de modo natural por la narración acumulativa, que añade progresivamente vocabulario y también diversión si se lee y dramatizan los ruidos de los distintos animales en voz alta. La secuencia de las imágenes es perfecta y se dan dos rupturas en el momento justo: cuando se pasa del día a la noche y cuando Búho se toma la revancha.
Otros álbumes: Don’t forget the bacon!, Titch, Dónde está el pollito de Rosalía, Una fiesta sorpresa.
16 noviembre, 2009