DISNEY, Walt

DISNEY, WaltAutores
 

Cineasta norteamericano. 1901-1966. Nació en Chicago. Falleció en Burbank, California. Era diseñador publicitario cuando, en 1923, fundó su estudio en Hollywood y llevó el cómic al cine. En 1927 creó Mortimer, enseguida rebautizado como Mickey Mouse, y obtuvo un éxito arrollador con su primer corto sobre él. Es importantísimo el trabajo que realiza en los 75 cortometrajes titulados Las Sinfonías Tontas (The Silly Simphonies): desde La danza macabra (Skeleton Dance, 1929), pasando por Los tres cerditos (The Three Little Pigs, 1933), hasta El patito feo (The Ugly Duckling, 1939). En ellas Disney prueba nuevas técnicas y estilos, inicia el uso del sonido y del color; y va presentando a personajes como el escandaloso pato Donald, que aparece incidentalmente en 1934, en The Little Wise Hen, y llega a ser protagonista en 1939; el elefante Elmer, un precedente de Dumbo, en 1936; El toro Ferdinando, y Pluto, Goofy, etc. Blancanieves (1937), Pinocho (1940), Dumbo (1941), Bambi (1943), Cenicienta (1950), Alicia en el país de las maravillas (1951), Peter Pan (1953), etc., iniciaron la serie de películas largas de animación de la factoría. Desde el principio, Disney se caracterizó por la fluidez narrativa de sus relatos, por sus dibujos cuidados y un humor inagotable. A lo largo de su vida experimentó continuamente con ideas y tecnologías novedosas, por ejemplo al combinar actores reales con dibujos en Mary Poppins, ya en los sesenta. También, en los años cincuenta filmó grandes películas documentales sobre la naturaleza que dieron un gran ímpetu a ese género.


Es imposible hablar de las ficciones que llegan a los niños a partir de la década de los treinta sin tener en cuenta la influencia casi hegemónica de Disney como autor y, tras su muerte, como empresa. Por una parte, se quiera o no, ha sido y es toda una escuela de gusto visual y ha modelado los esquemas mentales de varias generaciones con sus animales arquetípicos; su mismo éxito arrastró a sus competidores a crear otros animales animados que también hicieron furor: Bugs Bunny nació en 1943. Por otra, sus versiones de historias clásicas han llegado a ser predominantes en muchos casos. La crítica más seria que cabe hacerle no es tanto que algunas sean versiones más edulcoradas o más pobres que las originales, sino que a veces traicionen el sentido previsto por sus autores. Esto será escandaloso con las versiones que realizará la factoría Disney del cuento de ANDERSEN La sirenita y, algo menos, del de Leprince de BEAUMONT La Bella y la Bestia, pero hay quienes piensan —tal vez algo exageradamente— que comenzó con Cenicienta, donde la belleza exterior deja de ser una metáfora de la belleza interior, como pretendían las versiones clásicas, y se presenta como un mérito suficiente para el triunfo. Y es que si no hay nada malo en ser comercial, como afirmaba Walt Disney, sí hay problemas cuando se supedita todo o casi todo a ser comercial.


24 octubre, 2008
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