Es una buena noticia la edición, por primera vez en castellano, de una de las novelas fundacionales del género del Oeste: El virginiano, de Owen Wister. He aprovechado la oportunidad para, después de la lectura en castellano, ampliar y mejorar el comentario que había puesto hace tiempo. Más que interesantes, por lo bien razonados y lo desacomplejados, son sus comentarios políticamente... Leer más
Pieles rojas y blancos fue el primer libro de Owen Wister y contiene ocho relatos que, según parece, fueron escritos a partir de hechos reales, titulados El hechicero de Little Big Horn (Little Big Horn Medicine), Specimen Jones, La serenata de Siskiyou (The Serenade at Siskiyou), El “farol” del general (The General’s Bluff), Salvation Gap, El segundo pacto de Missouri (The Second Missouri Compromise), La Tinaja bonita, Un peregrinaje al Gila (A Pilgrim on the Gila). El hechicero de Little Big Horn trata sobre una rebelión en los indios crow que intenta liderar un joven jefe, ansioso de mandar y de guerra, mientras su padre intenta que se comporte con sensatez, y sofocada con mano izquierda por el ejército. Specimen Jones, un personaje que saldrá en otros relatos, es un tipo... Leer más
He incluido en la voz de Robert Ballantyne un comentario a uno de sus relatos de aventuras más populares, The Dog Crusoe, pues es uno de los primeros con un perro magnífico como protagonista, además de ser una buena historia sobre los encuentros, amistosos o no, de tramperos y cazadores con distintas tribus de indios en el... Leer más
En la línea, que ahora es común, de rescatar relatos cortos de calidad en ediciones cuidadas, que incluyen nueva traducción, excelentes ilustraciones, buena integración de texto e imágenes, y maquetación holgada, se publica de nuevo el que tal vez sea el mejor relato corto de Jack London: Encender una hoguera. En la recopilación La quimera del oro se titulaba La hoguera. Al leerlo de nuevo he caído en la cuenta del problema de su protagonista, según afirma el narrador: «su falta de imaginación». Jack London. Encender una hoguera (To Build a Fire, 1908). Madrid: El Rey Lear, 2011; 69 pp.; ilust. de Raúl Arias; trad. de Catalina Martínez Muñoz; ISBN:... Leer más
Hace pocos meses se publicó una nueva edición de El tesoro de Sierra Madre, del misterioso B. Traven, un tipo que dijo que no quería «ocupar el centro del escenario. Siento que soy un trabajador que, como tantos trabajadores, aporta su grano de arena para hacer que la humanidad adelante otros pasos. Me siento como un grano de la arena de la que está hecha la tierra. Mis obras son importantes, mi persona no lo es». Su historia es de las que hace pensar y contiene una condena contundente de la codicia humana: «las más de las veces el oro es lavado con sangre humana en lugar de jabón». Como construcción novelesca tiene cosas magníficas aunque, por momentos, sea un relato... Leer más
Una novela del Oeste diferente a las más conocidas: El oro, de Blaise Cendrars. Es como un gran panorama de un mundo en ebullición al que continuamente llegaban barcos llenos de toda clase de gente y, en cada uno, asegura el narrador, «hay al menos un representante de la fuerte raza de los... Leer más
Hay un tipo de libros a los que podemos poner con toda justicia la etiqueta de literatura juvenil: los libros que han leído generaciones enteras de gente joven de muy distintos ambientes. Sí, tal vez algunos ahora los jóvenes los lean menos por la razón que sea, pero sin duda son más literatura juvenil que los que no han pasado aún esa doble prueba del tiempo y de la conexión con públicos jóvenes diferentes. Entre los libros de los que podemos decir lo anterior, son especialmente importantes aquellos que aportaron algo distinto, como abrir un subgénero o crear un personaje arquetípico, porque un aspecto básico de la educación literaria es saber quién fue el primero en algo. Así, El virginiano, de Owen Wister, (libro del que no conozco edición en castellano y que muchos... Leer más
Hace unas semanas abrí una sección de Aventuras del Oeste, un tipo de relatos por el que tuve querencia muchos años atrás. Incluyo ahora, después de citar hace pocos días a Hamlin Garland, a un contemporáneo suyo que fue uno de los grandes popularizadores del género: Zane Grey. En sus obras hay acentos épicos que a veces son excesivos pero, con todo, en ellas también quedan de manifiesto la injusticia y la crueldad de muchos... Leer más
Novelas como la citada Warlock han sido posibles después de una larga historia de novelas populares del Oeste. En esa historia ocupa un lugar especial, como uno de los primeros relatos del género, de los que contribuyó a popularizarlo y a fijar clichés posteriores, El capitán de los caballos grises, de Hamlin Garland. Que yo sepa, en castellano sólo se puede encontrar en bibliotecas y en la edición que... Leer más
El primer autor de novelas del Oeste fue James Fenimore Cooper y, de su serie sobre Calzas de Cuero, el libro más conocido sigue siendo El último mohicano. Más adelante volveré a la idea, que se cuenta en El cazador de ciervos, de que «los delawares rara vez dan a un hombre su nombre definitivo hasta que revela su verdadero carácter en el consejo o en el sendero de la guerra»: por eso, a lo largo de la serie, el protagonista se llama Calzas de Cuero, Mataciervos, Lengua Recta, el Palomo, Orejas Caídas, Mataciervos, Ojo de Halcón, Larga... Leer más
Dos escritores importantes: Washington Irving, el iniciador de la gran tradición norteamericana de autores de relatos cortos, y su amigo Henry Longfellow, autor de El canto de Hiawatha, un poema narrativo acerca de un mitológico jefe indio que ilustró en su momento Frederic... Leer más
Para terminar, de momento, con las referencias a Varied Types, de Chesterton, señalo que uno de los ensayos que más me atrajo de ese libro fue el dedicado a la obra de Bret Harte, uno de los grandes autores norteamericanos de relatos cortos del XIX. Ese comentario se termina con una observación que bien pudiera estar en el origen de Un hombre bueno es difícil de encontrar, uno de los cuentos más famosos de Flannery O’Connor: en ella se afirma que, en el lugar más salvaje y áspero de la tierra, Bret Harte vio con claridad que, aunque sea muy difícil encontrar un hombre verdaderamente bueno, es más raro todavía, raro hasta el punto de la monstruosidad, encontrar un hombre que no desee ser bueno o que no imagine que lo es... Leer más
En La muerte llama al arzobispo, una poderosa novela basada en hechos y personas reales, Willa Cather cuenta la historia de Jean Latour y Joseph Vaillant, dos amigos desde la niñez en Francia que llegan a ser obispos en los Estados Unidos, donde atienden y organizan la diócesis de Santa Fe a mitad del siglo XIX. También aquí las figuras de los protagonistas son muy atractivas. Así, del padre Vaillant se dice que era un hombre cuyo destino era romper lazos, «decir adiós y adentrarse en lo desconocido», y cuya máxima era que «si lo primero que haces es rezar, luego encuentras tiempo para todo». En otro momento se le califica como uno de esos hombres que «añadía brillo a cualquier grupo humano en el que caía, lo mismo una cabaña navaja que una aldehuela mejicana de chozas... Leer más
A mí me pasa que muchos relatos de aventuras del XIX me dejan la impresión de tener más frescura que muchas fantasmadas de ahora y pienso que autores como Mayne Reid o Gustave Aimard manejan la escayola con más convicción y destreza que sus colegas de... Leer más