Se acaba de publicar en castellano El regreso del peregrino, la primera novela de C. S. Lewis, que compuso dos años después de su regreso al cristianismo con la intención de contar su recorrido vital alegóricamente. Ya el título lo indica con la evidente alusión al clásico de John Bunyan, The Pilgrim’s Progress, y más aún lo aclara el subtítulo, Una apología alegórica del cristianismo – La Razón y el Romanticismo.
Es, obviamente, una trampa para incautos el que aparezca en la cubierta la indicación «Del autor de Las Crónicas de Narnia», pues nada tiene que ver con ellas: ni en su contenido, ni en su tono, ni en su fluidez narrativa. Su argumento, desarrollado por medio de cortos capítulos con un encabezamiento (más o menos) explicativo, es que un chico llamado John un día escucha una misteriosa música que le hace ver o intuir una maravillosa Isla. Decide salir en su busca y, en su peregrinación, ha de ir aprendiendo quienes son sólo seres seductores que le distraen o le desvían y quienes son fiables a pesar de las apariencias.
El mismo Lewis, en el prólogo que pone a una nueva edición de su obra, diez años después, reconoce sus carencias: una oscuridad innecesaria y lo que denomina un talante poco generoso. Explica que, al intentar novelar un itinerario intelectual interior muy personal que pocos reconocen como el suyo, «cometí el mismo tipo de error que la persona que narra sus viajes por el desierto de Gobi dando por sentado que este territorio es conocido». Otro error fue el de referirse a lo que quería transmitir, la experiencia de búsqueda que dominó su infancia y su adolescencia, con la equívoca palabra «romanticismo»: lo que bastantes años después explicaría, esa vez muy bien, en su autobiografía Cautivado por la Alegría. A las observaciones del propio autor hay que añadir que, incluso estando en su misma longitud de onda, la historia resulta pesada, salvo chispazos aislados en diálogos o en observaciones al paso.
En personas que conozco, comentarios como el anterior provocan siempre una pregunta: «Ya, ya, ¿pero lo recomiendas o no?» Y mi respuesta es: «para gente como yo, sí». Mañana, más. Y aquí, más.
C. S. Lewis. El regreso del Peregrino (The Pilgrim’s Regress, 1933). Barcelona: Planeta, 2008; 225 pp.; trad. de Eva Rodríguez Halffter; ISBN: 978-84-08-08204-7.