Una selección estricta (2014-2)

Selecciones (2011-2015)Selecciones semestrales
 

Comparados con los del primer semestre son menos, y en general creo que inferiores, los libros que, a lo largo de los últimos seis meses, me han parecido sobresalientes.

Entre los álbumes para primeros lectores destacaría El día que los crayones renunciaron, por su simpatía y su excelente confección, y los relatos de Escarabajo en compañía, por su calidad y por ser un gran homenaje a un maestro como Arnold Lobel.

De los álbumes para lectores más mayores no es nada nuevo decir que libros como Las reglas del verano, La luna se olvidó, y Sr. Minino, no bajan en absoluto el altísimo nivel habitual de sus autores. Subrayaría, por su singularidad, Extraños, aunque sea una obra minoritaria.

Entre los libros infantiles El tesoro de Barracuda es el que más me gustó. Y me alegró la nueva edición de un clásico como Pollyanna. Entre los juveniles los más valiosos me parecieron El único e incomparable Iván y Me llamo Suleimán. Me sorprendió, inesperada y gratamente, Cinder.

Entre las novelas fue todo un impacto La cena. y destacaría, por encima de todas, Los bienes de este mundo. De los libros de ficción de Gustavo Martín Garzo que conozco, La puerta de los pájaros es el que más me ha gustado.

Entre los de memorias ficcionadas, tanto Los hijos como Un altar para la madre me han parecido formidables.

Los libros que leí con más atención e interés, sin embargo, fueron Cisneros, el cardenal de España, y, más todavía, Un camino entre dos mares. La creación del canal de Panamá, una lectura rica que me tuvo atrapado durante muchas horas.

Además, como debí releer algunos libros para terminar La eficacia del optimismo, Formas de la felicidad y Dentro del torbellino, he renovado mi entusiasmo por Casa Desolada, Secuestrado y Catriona, y El Dador, que recomiendo vivamente una vez más.

4 enero, 2015
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