La misma introducción de ayer al libro de aforismos de Joseph Joubert se podría poner a Escolios escogidos, del colombiano Nicolás Gómez Dávila, un autor que se define diciendo que «no soy un intelectual moderno inconforme, sino un campesino medieval indignado». La presentación que acompaña la edición que cito explica bien sus peculiaridades, y la parcialidad y contundencia de muchos comentarios no necesita más justificación ni defensa que la que da el mismo autor: «Acusar al aforismo de no expresar sino parte de la verdad equivale a suponer que el discurso prolijo puede expresarla toda».
Algunas de sus máximas son estas:
—«El máximo error moderno no es anunciar que Dios murió, sino creer que el diablo ha muerto».
—«El diablo no puede hacer gran cosa sin la colaboración atolondrada de las virtudes».
—«No es tanto que la mentalidad moderna niegue la existencia de Dios, como que no logra dar sentido al vocablo».
—«La sabiduría se reduce a no enseñarle a Dios cómo se deben hacer las cosas».
Nicolás Gómez Dávila. Escolios escogidos. Sevilla: Los Papeles del Sitio, 2007; 205 pp.; edición y prólogo de Juan Arana; ISBN: 84-935892-1-7.