Adam Zagajewski: «Uno puede imaginarse a alguien que está escribiendo una defensa de la poesía. Concienzudamente preparado, pasa años enteros sobre su libro. Cuando ya lleva escritas tres cuartas partes de la obra, se percata de que de manera inconsciente ha empezado a atacar la poesía; ha dejado de gustarle, ve sólo su artificiosidad, su pretenciosidad, su academicismo, su incapacidad de dar respuesta a las preguntas fundamentales y más difíciles.
Luego, sin embargo, cuando se acerca al final, de nuevo perdona a la poesía su evidente imperfección, y piensa que es precisamente de eso de lo que se trata: no saber dar respuestas a las preguntas más difíciles y, sin embargo, seguir viviendo».
Adam Zagajewski. En la belleza ajena.
2 marzo, 2007