El singular narrador de Vida de Pi, de Yann Martel, arremete de vez en cuando contra los agnósticos de una forma inmisericorde pero bien razonada. Quizá el autor tenía en la cabeza el comentario de E. F. Schumacher de que hay fes razonables y fes irracionales y, entre ellas, «la fe del agnóstico es quizá la más irracional de todas porque, a menos que sea un mero disfraz, implica la decisión de tratar el tema de la significación como insignificante». En cierto modo es como el que, del libro que tiene delante, afirma que sólo son formas coloreadas, signos sobre papel más o menos ordenados, y no está dispuesto ni a conceder que alguien ha tenido que fabricar ese libro ni a buscar qué nos quiere decir.
E. F. Schumacher. Guía para los perplejos.