Sigo con una idea que apunté ayer. Si los tres primeros álbumes firmados por Jon Klassen y Mac Barnett fueron excelentes, El lobo, el pato y el ratón no está tan conseguido. El relato habla de un lobo que come a un ratón y este, al llegar al estómago del lobo, descubre que allí está ya, todo contento, un pato, que le dice al ratón lo bien que se vive allí dentro. Cuando un cazador persigue al lobo, el pato y el ratón lo convencen de que los deje salir y ellos ajustarán cuentas con el cazador.
Las ilustraciones de Klassen son excelentes, como es de esperar, pero más «sucias» que las de otros álbumes suyos y, por tanto, menos atractivas para los lectores pequeños. El texto de Barnett está bien construido, a base de frases escuetas y con frases propias de cuento tradicional —«¡Ay de mí!», «¡Qué calamidad!»—, pero el argumento de la historia no me ha parecido convincente: como si hubieran primado los deseos de originalidad, de contar algo diferente, a los de componer una historia más comprensible o, si se quiere, más convencional (a lo mejor no es esta la intención, pero todo podría entenderse como si se nos quisiera decir: critiquemos y castiguemos al cazador que intenta matar al lobo y dejemos en paz al lobo que se come a los demás animales, que además así están contentos con su destino).
Jon Klassen. El lobo, el pato y el ratón (The Wolf, the Duck & the Mouse, 2017). Texto de Mac Barnett. Barcelona: Juventud, 2018; 40 pp.; trad. de Susana Tornero; ISBN: 978-84-261-4495-9. [Vista del álbum en amazon.es]