Apuntar a la belleza

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«La poesía es un vehículo de moral, verdad y belleza, pero el poeta no apunta a esas cosas, sino sólo a la fuerza verbal interna. El poeta en cuanto tal sólo intenta escribir un poema y, por regla general, no es el artista sino el ego del artista, el que se aleja de la obra que le es propia para lanzarse a la zaga de fuegos fatuos seductores». Y sigue Northrop Frye: «La belleza en el arte es como la felicidad en la moral: puede acompañar al acto, pero no puede ser el fin del acto, del mismo modo que uno no puede “buscar la felicidad”, sino sólo algo que pueda darla. Apuntar a la belleza produce, en el mejor de los casos, lo atractivo: la cualidad de belleza representada por la palabra “encantadora”, cualidad que depende de una elección cuidadosamente circunscrita tanto del tópico como de la técnica. Un pintor religioso, por ejemplo, puede producir esta cualidad sólo mientras las iglesias sigan encargando Vírgenes: si una pidiera una crucifixión tendría que pintar, en cambio, la crueldad y el horror».

Northrop Frye. Anatomía de la crítica (Anatomy of Criticism, Four Essays, 1977). Caracas: Monte Avila Editores, 1991, 2ª ed.; 497 pp.; trad. de Edison Simons; ISBN: 980-01-0504-2.

 

5 julio, 2008
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