Dice Elisabeth Young-Bruehl que Hannah Arendt definiría al individuo culto como «alguien que sabe cómo escoger su compañía entre los hombres, entre las cosas, entre los pensamientos, y eso tanto en el presente como en el pasado». Con esa excelente definición en la cabeza, los padres harían bien en pensar cómo ayudan a sus hijos a no malgastar su tiempo en entretenimientos necios. Pues, además, en educación lo que se hace mal o se paga en el momento o se paga más adelante, pero siempre se paga.
Elisabeth Young-Bruehl. Hannah Arendt. Valencia: Institución Alfons el Magnànim, 1993; 680 pp.; trad. de Manuel Llopis Valdés; ISBN: 84-7822-081-X.
7 mayo, 2005