Al comienzo de Virtud en la guerra, uno de los relatos de Heridas bajo la lluvia, se cuenta que un tipo deja el ejército y es contratado por la Standard Oil. Y el narrador sigue: «La compañía Standard Oil se diferencia del gobierno de los Estados Unidos en que comprende la importancia del servicio inteligente y leal de un buen hombre y casi siempre se asegura de recompensarlo a costa de otros incapaces. Esta curiosa práctica no emana precisamente de una vocación caritativa de la Standard Oil, en cuyos sentimientos no se podría abrir una veta ni usando cincel y martillo. Sencillamente, la compañía Standard Oil sabe más que el gobierno de los Estados Unidos y hace uso de la virtud siempre que esa virtud le beneficie».
Stephen Crane. Heridas bajo la lluvia.