El mono del asesino, de Jakob Wegelius, es un largo relato que continúa la novela gráfica La leyenda de Sally Jones pero en forma de relato tradicional. Sin embargo, comienza con diecisiete imágenes en blanco y negro y a página completa para presentar a todos los personajes importantes y tiene sugerentes ilustraciones al comienzo de cada capítulo. La misma Sally Jones es la narradora y su historia tiene tres partes: la primera en Lisboa; la segunda, un largo viaje a la India primero y, allí, su estancia en la corte del maharajá de Bhapur; la tercera, de regreso en Lisboa.
Todo comienza en 1908, cuando Sally Jones y el jefe Koskela están en Lisboa pues su carguero, el Hudson Queen, necesita reparación. Los contratan para recoger unos azulejos pero, en el destino, se dan cuenta de que son armas para una revuelta y la operación se frustra. A los pocos días Koskela encuentra a quien les contrató y, a los ojos de todos los presentes, después de una pelea lo arroja al mar. Koskela es acusado de asesinato y encarcelado y Sally Jones, «el mono del asesino», es perseguida. En su huida encuentra dos amigos que la protegen: el signor Fidardo, que posee un taller de reparación de instrumentos musicales en el que Sally Jones termina trabajando, y Ana Palacio, una mujer muy buena que acaba abriéndose camino como cantante. Ellos acaban compartiendo el interés de Sally Jones por probar la inocencia de Koskela. Así que, siguiendo la pista del hombre supuestamente asesinado por Koskela, Sally Jones termina yendo a la India, donde vive un tiempo con el maharajá de Bhapur, y al averiguar alli que aquel hombre acaba de volver a Lisboa también ella regresa.
La trama está bien construida. Los ambientes son variados y están bien descritos: barrios de Lisboa, barcos mercantes, talleres mecánicos de distinto tipo, etc. Los personajes que van apareciendo interesan: marineros, policías, un amable sepulturero, el asombroso maharajá y su madre, etc. Pero, sobre todo, Sally Jones es una heroína convincente y atípica: entiende lo que se le dice y puede escribir pero no es capaz de hablar; es de una bondad ingenua y es algo lenta para comprender las cosas; a pesar de su fortaleza, no se abre paso con golpes, ni tampoco tiene una gran sagacidad, y a veces se queda como paralizada por los acontecimientos; tiene a su favor que puede huir por los tejados y ocultarse bien, que tiene una extraordinaria habilidad para las reparaciones mecánicas del tipo que sea, y además le acaba resultado útil el hecho de haber aprendido a jugar al ajedrez. La novela no se cierra del todo: hay personajes, como un secreto admirador de Ana, que aparecen solo un momento; de otros, como de un marinero que traiciona a Sally Jones, desearíamos saber más; hay hilos que se abren que podrían tener continuidad; de hecho, quedan abiertas las puertas a nuevas narraciones.
Jakob Wegelius. El mono del asesino (Mördarens Apa, 2014). Pontevedra: Sushi Books, 2016; 618 pp.; trad. de Laura Osorio; ISBN: 978-84-15920-98-4. [Vista del libro en amazon.es]