
Días atrás titulé una nota como «aprender a conversar». Que la gente joven no aprenda es lógico, cuando el ejemplo de diálogo que ven a diario en tantos sitios y en los medios de comunicación continuamente les recuerda el chiste judío que cuenta Steiner en Lecciones de los maestros: «¡No me hables mientras te estoy interrumpiendo!».
8 abril, 2006