Escritor cubano. 1914-1986. Nació en Calabazar de Sagua. Trabajó en muchos oficios mientras aprendía su verdadera ocupación de «cuentero». Recopilador de narraciones populares y autor de numerosos relatos breves de vida campesina. Falleció en La Habana.
Caballito blancoSalamanca: Lóguez; 1987, 2ª ed.; 88 pp.; col. La joven colección; ilust. de
Horacio ELENA; ISBN: 84-85334-48-5.
Seis cuentos. Caballito blanco, sobre un niño enfermo que sueña… y se va en un caballito blanco de tío vivo. El cangrejo volador, de un cangrejo que decide hacerse un nido, «un crustáceo con voluntad»; su abuelo acaba satisfecho de tener «un nieto plumoso». El canto de la cigarra, o del valor del canto de la cigarra para todos, aunque no trabaje como los demás, y que sirve para combatir a un malvado sapo. Los tres pichones, sobre unos pájaros carpinteros que quieren ser marineros. La serpenta, una serpiente que compite con unos pájaros por unas pomarrosas. Pájaro, murciélago y ratón, un murciélago que descubre que no es ni ratón ni pájaro.
NegritaSalamanca: Lóguez, 1987, 3ª ed.; 73 pp.; col. La joven colección; ISBN: 84-85334-38-8.
Bruno pide a don Cristóbal poder instalarse en un rincón de su enorme finca, con su mujer y sus dos hijos pequeños. El amo accede a cambio de un trabajo desproporcionado, pero que Bruno realiza. Junto con sus hijos, cría a Negrita, una perrita que demuestra grandes habilidades. Al verlas, y comprobar las cualidades de gran trabajador de Bruno, el amo hace de Bruno su montero o capataz. Hay problemas cuando, encabezados por un gran perro blanco, unos jíbaros o perros salvajes, atacan las granjas de la zona.
Los relatos de Caballito blanco, con aires de fábula y de cuentos maravillosos, tratan sobre la importancia de no conformarse con la realidad, de luchar por ir más allá de las posibilidades que se tienen, de romper las tradiciones cuando son una rémora. Los vocablos referidos a particularidades locales están explicados y, en cualquier caso, no impiden seguir bien el hilo narrativo.
Negrita es la primera novela del autor, breve, de pocos pero bien definidos personajes, con un estilo sencillo pero rico. Por un lado, tiene un claro parecido con las tradicionales novelas de animales, en la relación de amistad entre Negrita y los niños, en las habilidades casi circenses de Negrita, en las descripciones de las costumbres de los perros salvajes y de una intensa pelea entre Negrita y el gran jíbaro blanco. Por otro, el autor tiene interés en subrayar la situación de injusticia social clamorosa y contrasta mucho el comportamiento insultante y poco inteligente del amo con la digna mesura y el autocontrol de Bruno y del viejo Anselmo.
8 enero, 2014
