CHARLIP, Remy

CHARLIP, RemyAutores
 

Ilustrador norteamericano. 1929-2012. Nació en Brooklyn, Nueva York. Fue actor, bailarín, coreógrafo, director de escena, escritor de canciones, ilustrador. Falleció en San Francisco.


Una fiesta de disfraces
Madrid: Lata de Sal, 2018; 26 pp.; col. Vintage; trad. de Irene Álvarez Lata; ISBN: 978-8494918209. [Vista del libro en amazon.es]

Mientras se hace su tarta de cumpleaños Juan está disfrazándose. Pero se le ocurre llamar a sus amigos para que se presenten en su casa disfrazados. Y van apareciendo hasta once, cada uno con un atuendo de lo más original.


¿Dónde están todos?
Madrid: Lata de sal, 2018; 48 pp.; col. Vintage; trad. de Irene Álvarez Lata; ISBN: 978-8494827853. [Vista del álbum en amazon.es]

En la primera doble página, en blanco, sólo hay unas palabras en la derecha que dicen: «aquí hay un cielo vacío». En la segunda doble página, sólo hay unas palabras también en la parte inferior de la página derecha que dicen: «un pájaro asciende al cielo», y las dos palabras «un pájaro» están rodeadas por la silueta pequeña de un pájaro. En la tercera se usa el mismo recurso: en la página izquierda hay un sol rojo en la parte superior y se dice «el sol brilla en el cielo», mientras en la página derecha vemos al pájaro ya un poco más arriba. Colinas, río, pez, árbol, bosque, carretera, ciervo, casa, hombre, niño, barco, nube, lluvia… Y todas las figuras van ocultándose de nuevo en sentido inverso.


Afortunadamente
Madrid: Lata de sal, 2017; 32 pp.; col. Vintage; trad. de Rafa Salgueiro y Susana Collazo; ISBN: 978-8494629228. [Vista del álbum en amazon.es]

Afortunadamente, Ned recibe una carta donde le invitan a una fiesta en Florida. Desafortunadamente, vive en Nueva York. Afortunadamente, un amigo le deja un avión. Desafortunadamente, el motor explota. Afortunadamente, había un paracaídas. Desafortunadamente…



Álbumes magníficamente construidos. Las historias están bien pensadas. Los dibujos son sencillos, limpios y elegantes. Las secuencias de ilustraciones son extraordinarias: el autor confesaba que lo que más le interesaba era mostrar de forma intrigante cómo unas cosas siguen a otras pues cada página, para un lector niño, es como una puerta que le abre un mundo diferente.

En el primero citado, en cada doble página, se ve la misma figura en el lado izquierdo y en el derecho: al principio vemos a Juan en la izquierda y, ya en la derecha, en la puerta de su casa esperando a ver quién aparece; en la siguiente doble página vemos en el lado izquierdo sólo un brazo que se asoma por la puerta y, en la derecha, ya la figura completa de su primera invitada.

El segundo usa recursos que no sé si habían aparecido en algún álbum publicado con anterioridad: el de añadir en cada doble página un elemento nuevo y el de hacerlos desaparecer luego en sentido inverso, y el de la forma en que se van introduciendo las palabras uniéndolas a las figuras.

El tercero, un álbum de formato vertical y no apaisado como los anteriores, es el más divertido en sí mismo: para el lector es difícil parar la lectura pues, en todo momento, está intrigado con qué le ocurrirá a Ned en el siguiente paso del relato; luego las dobles páginas tienen colores vivos y alegres en el momento feliz y son en blanco y negro en la situación desafortunada.


6 agosto, 2013
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