TERLOUW, Jan

TERLOUW, JanAutores
 

Escritor holandés. 1931-. Nació en Kamperveen, Overijssel. Matemático y Físico por la Universidad de Utrecht. Fue Ministro de Economía de Holanda. Parlamentario. Autor de varias novelas.


El rey de Katoren
Madrid: SM, 1987; 5ª ed.; 205 pp.; col. El Barco de Vapor, serie Roja; ilust. de J. J. Vayssieénes; trad. de Guillermo Solana Alonso; ISBN: 84-348-1247-9.

El mismo día que fallece sin sucesor el rey de Katoren, nace Stas, un niño que a los pocos días queda huérfano de padre y madre y será educado por su tío, el mayordomo del rey. Los ministros del rey se hacen con el poder y, cuando alcanza los diecisiete años, Stas se dirige a ellos para preguntarles qué debe hacer para ser rey. Los ministros le imponen siete pruebas imposibles que, sin embargo, Stas afronta y resuelve con acierto.


Piotr. Viaje a Siberia
Madrid: SM, 1987, 6ª ed.; 176 pp.; col. El Barco de Vapor; ilust. de Dick van der Maat; trad. de Ángel Jiménez; ISBN: 84-348-0945-1.

Época de los zares, finales del siglo XIX o principios del XX. Sergei Andreievich es deportado a Siberia por haber matado a un hombre al que sorprendió asaltando a su hijo Piotr. Con catorce años, Piotr emprende un largo camino para reunirse con su padre. Encuentra en él a todo tipo de personas: gentes bondadosas cuyo buen corazón le conmueve, revolucionarios fanáticos, policías torpes, músicos ambulantes…


Barrotes de Bambú
Madrid: SM, 1997; 184 pp.; col. Gran Angular, alerta roja; trad. de José Enrique Cubedo; ISBN: 84-348-5671-9.

Ámsterdam. Un antiguo comisario de policía quiere desenmascarar las actividades de la secta Almas Vivas. Selecciona tres chicos jóvenes, uno de ellos su nieta, y les propone que se introduzcan y averigüen qué ocurre realmente. Antes, el narrador desarrolla las historias previas de cada uno de los tres.



Terlouw redacta novelas eficaces de acuerdo con sus destinatarios. El rey de Katoren es un relato con acentos clásicos, construido con cuidado y desarrollado con fluidez, que algunos consideran el mejor de sus libros. La narración tiene un claro propósito de hacer reflexionar a los lectores acerca del modo correcto de gobernar un pueblo, por un lado, y de cómo los ciudadanos han de hacer frente a las dificultades, por otro. Al audaz Stas le guía el sentido común y el amor a la justicia, pero también consigue sus objetivos gracias a las ideas y a la solidaridad de muchos otros.

Con lenguaje deliberadamente sencillo, en Piotr logra encariñar y atrapar al lector con las desventuras de Piotr y su padre, a la vez que interesarle por la vida revuelta de la Rusia prerrevolucionaria y por los vastos paisajes siberianos que Piotr recorre. El autor muestra con acierto cómo la necesidad de la lucha contra las fragrantes injusticias sociales no debe derivar nunca en un comportamiento injusto contra ninguna clase de personas. De vez en cuando sus mensajes son explícitos: «No es nada agradable tener hambre auténtica. Y sin embargo, todos los días, incluso ahora, millones de niños tienen muy poco que comer, mientras que nuestra “única” preocupación es evitar estar gordos. Puede decirse que hay algo que no marcha en todo esto».

En Barrotes de Bambú Terlouw eleva el listón de edad de sus lectores con una narración más compleja que, sin estar lograda del todo, resulta un acercamiento elogiable a un tema candente. Están bien definidas las trayectorias vitales de los protagonistas: Céline, la chica deprimida que, buscando respuestas sobre la vida, entra en la secta; Valentine de Boer, un chico drogadicto que logra rehabilitarse; el tozudo Paul Van Ravenswaai; la lógica y decidida Josie… También es verosímil el modo de presentar el atractivo que la secta ejerce sobre adeptos como Céline. La novela terminaría de funcionar bien con una mejor definición de algunos personajes secundarios, del líder de la secta sobre todo, cuyo desmoronamiento resulta poco creíble. Por otra parte, la resolución quizá debería ser más realista y menos complaciente. El espíritu crítico que la novela refuerza se puede aplicar al comportamiento del comisario Keizer: si su buena intención es obvia, sus procedimientos son discutibles.


29 agosto, 2012
Imprimir

Comments are closed.