Escritora sueca. 1907-2002. Nació en Näs, Vimmerby. Empezó a escribir, e inventó el personaje de Pippi Långstrump, para su hija enferma, en 1941. Se dedicó luego a componer relatos para chicos: su producción es amplia, variada y de calidad. También fue, durante muchos años, responsable de los libros infantiles de una editorial importante. Premio Andersen 1958. Falleció en Estocolmo.
PIPPA MEDIASLARGASSon tres libros:
—Pippa Mediaslargas (Pippi Långstrump, 1945). Barcelona: Juventud, 1994, 8ª ed.; 128 pp.; ilust. de
Richard Kennedy; trad. de Blanca Ríos; ISBN: 84-261-0851-2.
—Pippa en los mares del sur (Pippi Långstrump i Soderhavet, 1946). Barcelona: Juventud, 1975, 5ª ed.; 119 pp.; ilust. de
Rita Culla; trad. de Eulalia Boada; ISBN: 84-261-0877-6.
—Pippa se embarca (Pippi Långstrump gaa om bord, 1948). Barcelona: Juventud, 1975, 3ª ed.; 135 pp.; ilust. de
Rita Culla; trad. de Blanca Ríos; ISBN: 84-261-0852-0.
Existe una edición conjunta, titulada
Pippi Calzaslargas, en Barcelona: Círculo de lectores, 1995; 349 pp.; ilust. de
Ingrid Vang Nyman; ISBN: 84-226-3431-7. Otra nueva edición, con motivo del 70 aniversario del personaje, titulada
Pippi Calzaslargas. Todas las historias, se ha publicado en Barcelona: Blackie Books, 2015; 288 pp.; ilust. de Lilli Carré; prólogo de Ellen Duthrie; ISBN: 978-84-16290-54-3. [
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Pippa es una super-niña de nueve años, imaginativa, ingeniosa, con recursos inagotables que, además, tiene una fuerza descomunal. Es huérfana de madre y su padre, marino, ha desaparecido en una tempestad. Pippa piensa que su madre, como un ángel, la mira constantemente desde el cielo, y está esperando siempre a su padre. Entretanto, vive sola con un caballo y un mono llamado Mister Nilson, pero no le importa: «Sé cuidarme solita», dice. Sus vecinos Tommy y Annika son unos chicos sensatos pero que disfrutan con la compañía de Pippa, y la secundan en los episodios que protagoniza y en los juegos que les propone: «Jugar a presos que languidecen en la cárcel», o a ser piratas que «siembran la muerte y la destrucción a su paso»…, entre otros. A lo largo de los tres libros se suceden incidentes variados: Pippa da lecciones inolvidables a unos matones de colegio, combate y vence a un forzudo del circo, atemoriza y hace huir a los ladrones que van a robar en su casa, se indigna con un cochero que maltrata a su caballo, salva de un incendio a unos niños, intenta ir al colegio pero desiste…
LOS NIÑOS DE BULLERBYNSon tres libros:
Los niños de Bullerbyn (Alla vi barn i Bullerbyn, 1947);
Nuevas aventuras en Bullerbyn (Mera om oss barn i Bullerbyn, 1949);
¡Qué divertido es Bullerbyn! (Bara rolight i Bullerbyn, 1952). Barcelona: Círculo de lectores, 1991, 4ª ed.; 331 pp.; ilust. de
Ilon Wikland; trad. de Jesús Pardo; ISBN: 84-226-3331-0. Nueva edición en Pontevedra: Sushi Books, 2014; 264 pp.; ilust. de
Ingrid Vang Nyman; trad. de Jesús Pardo; ISBN: 978-84-15920-23-6. [
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Episodios de vida rural en Bullerbyn, nombre que significa «aldea bulliciosa». Los protagonistas son seis chicos: los tres hermanos Lisa, Bosse, y Lasse, de 7, 8 y 9 años, que viven en la Casa del Medio; Ole, de 8, que vive en la Casa del Sur; Anna y Britta, de 7 y 9, que viven en la Casa del Norte. La narradora es Lisa.
La calidad de Pippa y su mezcla de realismo y humorismo están emparentados con las historias inglesas de «nonsense», por más que Alicia, la hermana intelectual de Pippa, se encuentra en medio de los líos, y Pippa, por el contrario, los crea. En ese sentido se parece más a Mary Poppins, pero sin la elegancia y buenos modos de una institutriz inglesa que se precie, y con mucho más poder imaginativo y capacidad de diversión. Cuando Astrid Lindgren envió su primer manuscrito a la editorial, al final señalaba su esperanza de «que no informasen a la Oficina de Protección del Menor». Era consciente de que Pippa era la primera protagonista-niña rebelde de la literatura, y que a los ojos de padres y pedagogos conformistas, resultaría subversiva porque trituraba por completo el tradicional molde «niña buena y educada». La editorial primera rechazó su historia. Otra más pequeña aceptó el reto y el éxito respaldó al personaje y la mente de Lindgren al escribir Pippa: la escritora sueca es enemiga de hacer guiños a los mayores por encima de las cabezas de los niños y por tanto es partidaria de que las historias para ellos no tengan objetivos adultos.
Las críticas que Pippa ha recibido, como si fuera un personaje destructivo, se fijan en que su comportamiento no es muy ortodoxo y parece ir en contra de algunas cosas que habitualmente se proponen a los niños: la limpieza y el orden no son su fuerte, a veces pone histérica a su profesora, como no tiene padres «nadie la mandaba a la cama precisamente cuando se estaba divirtiendo»… Son reproches que se fijan en la superficie, que no atienden a que Pippa tiene sentido de la justicia, y por eso sale siempre a defender a los débiles, y verdadera sinceridad cuando dice que siente no portarse bien, que intenta portarse como es debido, pero eso resulta distinto a lo que los adultos esperan. A través de Pippa, Lindgren hace una crítica contundente a la educación formalista que no atiende al fondo de las personas o no sabe dar los argumentos correctos para explicar los porqués. Así, cuando una paciente y bondadosa profesora le indica que «hay que esperar a que nos inviten para empezar a comer», Pippa responde con gran comprensión y sentido común, y la boca llena: «Pues usted no tiene por qué esperar a que yo la invite. No me importa que las cosas se hagan sin ceremonias». Y cuando la misma profesora le pregunta si no quiere ser «una señora cuando sea mayor», de «las que siempre saben como comportarse y nunca dejan de ser correctas y bien educadas», Pippa zanja la cuestión diciéndole que, de mayor, su deseo es ser pirata.
Aunque se podrían escoger otros, los que componen Los niños de Bullerbyn ejemplifican bien cuáles son los acentos de los relatos de vida cotidiana de la autora: veracidad de los retratos, buen humor, tono positivo y optimista que se corresponde con los recuerdos de infancia de la propia autora y con sus ideas educativas basadas en conceder libertad y pedir responsabilidad a los chicos.
Trenzas tiesas como palos
El atractivo de Pippa para los niños está en que su extravagante comportamiento hace que su compañía sea siempre divertida. Duerme con los pies en la almohada, lleva unos zapatos muy grandes para poder mover bien los dedos de los pies, anda de espaldas, gasta constantemente bromas que no son dañinas pero que agotan la paciencia de los adultos… Es cierto que miente más que habla: Pippa lo sabe y a veces se disculpa, pero es arrastrada por la necesidad de contar historias, unas mentiras jocosas verdaderamente formidables por su ingenio y por su espontaneidad. Por otra parte, su aspecto físico es también inolvidable: su cabello «tenía exactamente el color de las zanahorias y estaba recogido en dos trenzas que se levantaban en su cabeza, tiesas como palos. La nariz parecía una diminuta patata y estaba sembrada de pecas. Su boca era grande y tenía unos dientes blancos, de niña sana. Su vestido era verdaderamente singular. Ella misma se lo había confeccionado. Al parecer, había sido azul, pero al no tener bastante tela de este color, Pippa había añadido aquí y allá trozos rojos. En sus piernas, largas y delgadas, llevaba un par de medias, no menos largas, una negra y otra de color castaño. Calzaba unos zapatos negros que eran exactamente el doble de grande que sus pies».
Otras obras de Lindgren
Astrid Lindgren tiene obras de distinta clase y todas de calidad: intrigas policiacas de chicos como El gran detective Blomquist (Mästerdetektiven Blomkvist, 1946); novelas de adolescente romántica como las que se inician con Kati en América (Kati i Amerika, 1952); otras de fantasía y problemas familiares como Mío, mi pequeño Mío (Mio, min mio, 1954) o de aventuras fantásticas como Los hermanos Corazón de León (Bröderna Lejonhjärta, 1973); relatos con aires de cuento popular pero con tonos realistas como Ronja, la hija del bandolero (Ronja, rövardotter, 1981); y muchos de vida cotidiana como la serie de tres relatos protagonizados por Madita (Madicken, 1960), la de otros tres traducida en España como Miguel el travieso (Emil i Lönneberga, 1963), Yo también quiero tener hermanos (Jag vill ocksa ha ett syskon, 1978), Vacaciones en Saltkrakan (Vi pa Saltkrakan, 1964), y otras. Prácticamente todas están o fueron editadas en España por la Editorial Juventud.
Es destacable que todos están bien escritos y construidos. Personalmente me gustan mucho los de vida diaria, aunque son relatos que no han tenido mucho éxito en España tal vez porque reflejan ambientes lejanos. Muchos especialistas destacan, de toda su producción, Mío, mi pequeño Mío y Los hermanos Corazón de León.
Más libros: El gnomo no duerme, ilustrado por Kitty CROWTHER; Rasmus y el vagabundo, ilustrado por Pablo AULADELL.
Más información biográfica y literaria
Quien desee conocer más cosas sobre la vida, las obras y las opiniones de la escritora sueca puede leer Mi mundo perdido. En ese libro se contienen seis extraordinarios y valiosos testimonios: el primero, sobre sus padres Samuel y Hanna; el segundo, «mi mundo perdido», es el de sus recuerdos de una infancia libre y feliz; el tercero, «todo empezó en la cocina de Kristin», habla del nacimiento de su amor por la lectura y de su interés por escribir historias; el cuarto se titula «la más extraordinaria de todas las aventuras» y trata sobre cómo inculcar amor a los libros en los hijos; el quinto es un jugoso y «breve diálogo con un futuro autor de libros infantiles»; y en el sexto, «¿De dónde vienen las ideas?», Lindgren hace memoria del origen de algunos de sus libros.
Hay textos de este libro en algunas notas: Una desfachatez, Jugar y jugar, Frases que se graban, Antes de que sea demasiado tarde, Amor entre los padres.
Bibliografía:
Astrid Lindgren. Mi mundo perdido (Samuel August frán Sevedstorp och Hanna i Hult, 1975). Barcelona: Juventud, 1985; 93 pp.; trad. de Herminia Dauer; ISBN: 84-261-2118-7.
29 mayo, 2007