KUBERT, Joe

KUBERT, JoeAutores
 

Historietista estadounidense. 1926-2012. Nació en Polonia. Poco después de su nacimiento, su madre pudo emigrar a los EE.UU. Con sólo trece años comenzó a dibujar cómic. Ha creado personajes y ha puesto imagen a otros, como Tarzán y Batman. En 1976 puso en marcha una escuela de dibujo dedicada especialmente al cómic y, desde entonces, ha publicado unas pocas novelas gráficas. Falleció en Morristown, New Jersey.


Yossel: 19 de abril de 1943
Barcelona: Norma, 2004; 128 pp.; trad. de Enrique S. Abulí; ISBN: 84-96325-40-7.

Gueto de Varsovia, segunda Guerra Mundial. Yossel, un chico dotado para el dibujo, usa su talento para divertir a los guardias del gueto y conseguir favores especiales. Más tarde, su familia es enviada a Auschwitz. Un fugado de allí que vuelve le cuenta la vida del campo y le dice que sus padres han fallecido allí. Entonces se une a la resistencia, liderada por Mordechai Anielewicz, un personaje que existió realmente.



Libro compuesto para conmemorar el 60 aniversario de la rebelión del gueto de Varsovia. En el prólogo, el autor cuenta cómo su familia intentó emigrar a los EE.UU. en 1926 cuando su madre estaba embarazada pero se les denegó el permiso, que llegó unos meses más tarde, cuando él había nacido ya. Pero, ¿qué hubiera ocurrido si se hubieran tenido que quedar en Polonia? Con ese punto de partida compone la historia.

A diferencia de otros cómics, las escenas no están recuadradas con viñetas, el texto no va encerrado en globos y está perfectamente rotulado, y los dibujos están presentados a lápiz con toques de blanco encima en lugares como los cascos, los reflejos de las gafas o de las calvas, el núcleo de las explosiones… La secuencia narrativa es limpia, sin sofisticación alguna. Destaca la espectacular soltura y la expresividad de los dibujos: se ve que, después de la planificación de la historia, están hechos de primera intención.

Se mencionan los líderes reales de la rebelión del gueto y el autor recoge con fidelidad los detalles ambientales —calles, uniformes, etc.—. El mismo interés en mostrar algunas cosas como fueron se aprecia en la pintura de la vida en Auschwitz…, pero los judíos de Varsovia no fueron enviados a Auschwitz sino a Treblinka, error que seguramente se debe a que no hay tanta documentación disponible del segundo campo. Quizá el relato sobre Auschwitz, contado por un fugado de allí, debería distinguirse gráficamente del otro tramo de la historia, pero no es así. También narrativamente se podría haber buscado una solución para que fuera verosímil que la historia llegase al lector como si fueran los dibujos del chico. En cualquier caso, la historia está bien y, sobre todo, la calidad de los dibujos es deslumbrante, de verdadero maestro.


25 mayo, 2007
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