Escritor británico. 1914-1953. Nació en Swansea, Gales. Publicó su primer libro de poemas en 1934. Está considerado uno de los mejores poetas en lengua inglesa del siglo XX. Falleció en Nueva York.
En casa del abuelo y otros relatosMadrid: Alfaguara, 1990; 111 pp.; col. Juvenil Alfaguara; trad. de Joaquín Fernández; ISBN: 84-204-4674-2.
Esos relatos están también contenidos en la edición titulada
Relatos completos, Barcelona: Nuevas Ediciones de Bolsillo, 2003; 496 pp.; trad. de Miguel Martínez-Lage; ISBN: 84-9759-619-6.
Ocho relatos que describen, de modo poco convencional, recuerdos de infancia y juventud del autor, en los que deja constancia de la calidad de su prosa, repleta de imágenes poéticas muy originales.
Retrato del artista cachorroSegundo volumen de los relatos completos del autor. Barcelona: Mondadori, 2000; 186 pp.; traducción de Miguel Martínez-Lage; ISBN: 84-397-0303-1.
Esos relatos están también contenidos en la edición titulada
Relatos completos, Barcelona: Nuevas Ediciones de Bolsillo, 2003; 496 pp.; trad. de Miguel Martínez-Lage; ISBN: 84-9759-619-6.
Diez relatos escritos cuando su autor no tenía aún veintiún años, y cuyo título alude al de la narración autobiográfica de Joyce, aunque Thomas afirmaba no haber leído nada del autor dublinés cuando los escribió. Es la única recopilación de relatos reunida como tal por el propio Dylan Thomas, y en ellos recrea y literaturiza distintas escenas de su niñez, adolescencia y juventud con el propósito de atrapar y extraer las emociones de los momentos que recuerda.
Narraciones peculiares, diferentes a otras de carácter autobiográfico, construidas con una elegante y audaz prosa poética, y desarrolladas en un tono sereno y con acentos a veces paródicos.
En el primer libro citado, así comienza Recuerdos de un día de fiesta: «Día de fiesta de agosto. Una canción en un cucurucho de helado. Una bofetada de mar y un cosquilleo de arena. Una fanfarria de sombrillas abiertas. Muescas y relinchos de bañistas danzando en un agua engañosa. Jaleo de vestidos. Agitación de pantalones. Compromiso de remeros. Chicas que se asan al sol y chicos que bromean. Silencioso bullicio de globos». El autor va desgranando incidentes de aquel día: «Y las olas llegaban, con patos de goma y oficinistas encima […]. Y dos chicos pequeños luchaban feroz y silenciosamente en la arena, rodando juntos en una bola de piernas y traseros».
Otro ejemplo, esta vez de la irónica fascinación con que Dylan Thomas contempla el mundo que se fue, también en un cuento del primer libro titulado Navidad de un muchacho en Gales: «Una Navidad era tan parecida a otra […] que no consigo recordar si nevó durante seis días y seis noches cuando yo tenía doce años o si nevó durante doce días y doce noches cuando yo tenía seis años». Rememora los regalos, útiles e inútiles, de aquellos días, unos «libros que me contaban todo sobre las avispas, excepto por qué».
Y de Igual que los perros, relato del segundo libro mencionado, una mágica descripción: «Los dos jóvenes eran dos estatuas humeantes, vigilantes, con camisas sin cuello y con sendas gorras encasquetadas, esculpidos en la roca de la oquedad que barría el viento, a mi lado, sin otro sitio al que ir, sin nada que hacer, con toda la lluvia del invierno y toda la noche por delante».
9 febrero, 2007