DURAND, Delphine

DURAND, DelphineAutores
 

Ilustradora francesa. 1971-. Nació en Dijon. Vivió en Senegal siendo niña. Estudió Artes Decorativas en Estrasburgo. Trabaja en prensa y publicidad.


Pica, rasca
Texto de Miriam Moss. Barcelona: Serres, 2001; 26 pp.; adaptación de Marta Ansón y Pepe Morán; ISBN: 84-8488-038-9.

Un piojo se instala en la cabellera de la profesora, la señorita Calipso, y allí tiene piojitos que van alcanzando las cabecitas de todos los niños de la clase. Resolverá el problema la decidida intervención del señor Trucha, el director.


La casa de Tomasa
Texto de Phyllis Root. Zaragoza: Edelvives, 2005; 18 pp.; no indica traductor; ISBN: 84-263-5937-X.

Tomasa hace una casa sencilla para ella y su gato, pero van llegando nuevos personajes que reclaman un sitio y tienen necesidades propias —un rincón, un armario…— y Tomasa debe ir añadiéndole habitaciones con nuevas prestaciones…



En el primero de los álbumes, las deformaciones trapezoidales tan propias del expresionismo alemán son usadas aquí para lograr unas ilustraciones eficaces y graciosas, donde los chicos tienen aspecto de muñecos o marionetas de trapo que podrían estar emparentados con la familia Simpson. Además, están bien compuestas: se combinan planos generales de la clase con primeros planos cercanísimos de las cabezas de los chicos, con dobles páginas que contienen una o varias imágenes, según lo requiera la narración. El texto es gracioso —«boing, boing, saltaron los piojitos»…—, y se alía con las imágenes para mostrar algo desagradable de modo divertido y, a la vez, para conseguir llevar a los niños al comportamiento higiénico correcto, digamos que sin hacer odiosos a los piojos, lo que ya tiene mérito. Como es también habitual hoy, el álbum es revelador del ya imparable multietnicismo: en la clase hay chicos y chicas de todas las razas.

La casa de Tomasa es un relato inspirado en el clásico inglés The House that Jack built cuyo texto castellano, siendo simpático, no tiene tanto atractivo como el original, en el que aparecen personajes clásicos de las «nursery rhymes». Sin embargo, su excelencia como álbum sí lo hace merecedor de una nota muy alta: las ilustraciones de personajes son simpáticas y expresivas; la secuencia que ya impone el texto está reforzada por la disposición de texto, con dibujos e ilustraciones, a la izquierda, y una ilustración de página completa en la derecha, donde se abren ventanas y puertas para dejar ver interiores; el despliegue de la enorme página revelación, en la que aparece toda la casa, resulta impactante; y es excelente la sorpresa final, que tiene una componente argumental y otra gráfica, un nuevo «pop-up».


11 septiembre, 2006
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