Jonás es pescador en el Sena, París. Un día consigue su sueño: pescar un pez inmenso. Pero esto provoca la envidia y el temor de sus compañeros pescadores, que le piden que se marche. Así lo hace, y se va por el mundo pescando en todas partes. Es proclamado Rey de los Pescadores. Hasta que un día, añorando su vida tranquila de pescador modesto, vuelve a París prometiendo, eso sí, conformarse con pescar peces pequeños.

Los concejales de una ciudad deciden construir una gran grúa. Un hombre con una gorra azul se distingue muchísimo en la construcción y luego en el manejo de la grúa, hasta el punto de que se queda para siempre arriba. Desde allí resuelve asuntos muy complicados a lo largo de los años: capturar un elefante que se había escapado de un circo, evitar un robo de unos peligrosos piratas fluviales… «La grúa era un gigante con un brazo de hierro y el hombre era su corazón». Pero suceden muchas más cosas: estalla la guerra, el hombre cura a un águila herida que se hace su amiga… Hasta que, finalmente, baja cuando ya es muy anciano.

En una ciudad un tambor recorre las calles gritando: «¡Empezamos una nueva vida! ¡Nos vamos a otro país!». Y, a partir de ahí, a ese tambor se le unen otros hasta que forman una multitud. La muchedumbre atraviesa ríos, mares, montañas, desiertos; y asalta ciudades y combate guerras en las que queda diezmada, pero sigue adelante y se renueva una y otra vez.