De todos los libros indicados en las notas previas, los que seleccionaría como los que más me han gustado en los últimos seis meses son:
—Veinte bostezos, un buen álbum bedtime;
—Triángulo, un gracioso álbum minimalista para los más pequeños;
—de los muchos álbumes antiguos que vuelven en mejores ediciones o se publican por primera vez en castellano, La casa de las cuatro estaciones y Paso a paso;
—El arte de pasarlo bien, un álbum gozoso para primeros y no tan primeros lectores;
—Vacaciones, para lectores algo más mayores;
—Mi barco, un magnífico libro-álbum para cualquier edad;
—El zorro y la estrella, un libro infantil ilustrado de diseño extraordinario;
—entre los álbumes informativos, tres muy sobresalientes: el luminoso Fuerte, suave, murmurado, el elegante Egiptomanía, y el exhaustivo Árboles;
—Manual de la vida terrícola, el libro infantil, y no tan infantil, más divertido e inteligente de los últimos meses;
—Zenobia, una conmovedora novela gráfica sobre inmigración;
—Rosa a pintitas, un elegante álbum romántico (diría que para jovencitas, si nadie se ofende);
—Por donde sale el sol, una buena novela de hace tiempo, reeditada hace poco;
—Mi lucha contra Hitler, un gran testimonio de una época y un gran ejemplo de valor intelectual y cívico;
—Prohibido nacer, unas memorias de infancia y juventud en Sudáfrica de lo más esclarecedoras;
—Los desheredados, un extraordinario ensayo-diagnóstico de algunos males educativos que sufrimos;
—El arte de la fragilidad, un libro notable para y sobre la educación de los adolescentes;
—Correo literario o cómo llegar a ser (o no llegar a ser) escritor, inolvidables y prácticas lecciones dadas con una ironía cordial difícil de imitar.
Por supuesto, entre los libros del año recomiendo la nueva edición de Gramática de la gratitud y la del libro de aforismos Un buen puñado de ideas.
En las últimas semanas he leído álbumes y libros excelentes que comentaré ya en los primeros meses de 2019.