La escena de la derecha, tomada de El sonido de los colores, es un ejemplo de cómo las imágenes, aisladas del texto que las acompaña y de la secuencia de la que forman parte, pueden ser engañosas: la chica es ciega y en ese momento se está preguntando «¿quién me recitará un poema junto a la ventana (…)?»; la imagen es una ensoñación en medio de otras en las que la chica está en distintos escenarios laberínticos. Algunas reflexiones, entre otras, serían: es más importante la vida que los libros, el calor y la compañía más necesarios no proceden de los libros, hay quienes no encuentran ninguna salida en los libros, se puede poseer una gran riqueza interior sin ser lector…
1 junio, 2008