Chéjov: «En mis conversaciones con mis colegas escritores insisto siempre en el hecho de que no corresponde al artista resolver problemas específicos. Un artista no debe ocuparse de cosas que no comprende. Para los problemas especiales existen entre nosotros especialistas; a ellos corresponde juzgar las comunidades rurales, las suertes del capital, los daños del alcoholismo, las botas, las enfermedades femeninas… El artista, por su parte, sólo debe juzgar lo que comprende; su campo es limitado, como el de cualquier otro especialista: es algo que repito y sobre lo que insisto siempre. (…) En Anna Karénina y en Onieguin no se resuelve ningún problema; ahora bien, esas obras son plenamente satisfactorias porque en ellas todas las cuestiones están planteadas justamente. Un tribunal tiene la obligación de hacer preguntas; luego deciden los miembros del jurado, cada uno según su parecer».
Antón Chéjov. Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores(Senza trama e senza finale: 99 consegli di escritura, 2002) . Barcelona: Alba, 2005; 103 pp.; col. Alba clásica; edición de Piero Brunello; trad. de Víctor Gallego Ballestero; ISBN: 84-8428-253-8. [Vista del libro en amazon.es]