Me gusta la observación de Zygmunt Bauman acerca de que hay eslóganes que suenan convincentes pero que, si los observamos más detenidamente, no lo son. En concreto se refiere a los de «no hay tolerancia para los enemigos de la tolerancia», o el de «no hay libertad para los enemigos de la libertad». En primer lugar son eslóganes que «afirman como algo demostrado lo que tiene que demostrarse, anticipándose a la pregunta de si aquellos cuya condena y supresión pretenden legitimar el eslogan son realmente culpables de las transgresiones de las que se les acusa». Pero es que, además, «omiten la pregunta acerca del derecho [que se atribuyen quienes hacen aquellas afirmaciones] a sancionar y a disculpar una fusión ilegal entre los papeles de fiscal y juez».
Zymunt Bauman. Esto no es un diario (This is not a diary, 2011). Barcelona: Paidós, 2012; 283 pp.; col. Estado y sociedad; trad. de Albino Santos Mosquera y Antonio Francisco Rodríguez Esteban; ISBN: 978-84-493-2717-9.