Ideas de Sábato, Borges y Bioy acerca del éxito literario:
Sabato: «El éxito no es necesario ni suficiente para que la obra sea valiosa. Hay gente que vale y no es conocida, y otra que vale y es conocida, como el caso de Hegel. (…) Y fue muy famoso. También lo fue Sócrates, hasta el punto de que lo obligaron a tomar la cicuta por la influencia que tenía».
Borges (asintiendo): «Sí, Cervantes fue un verdadero bestseller. Pero creo que el fracaso no es una garantía, tampoco».
Borges: «En la antigüedad había una idea de que la fama es justa. (…) En cambio hoy la fama puede ser el resultado de una maniobra».
Borges: «El fracaso total no es indiferente. Vuelve un poco desagradables a quienes les ocurre. Tienen una irritación sorda, un descontento difícil de ocultar. El trato con ellos no es cómodo, porque hay que andar con mucho cuidado: la referencia a cualquier circunstancia de nuestra vida parece una ostentación odiosa. O si no, uno evoca recuerdos penosos: “El Suplemento de La Nación…” empieza uno; “…donde no logro publicar”, piensa el fracasado».
Bioy: «Muchos escritores viejos sólo aspiran a la aceptabilidad de sus frases, párrafos, capítulos e historias: han renunciado a la fantasía y a la intensidad; se conforman con llenar páginas decorosamente. Aspiran, eso sí, a todos los premios, incluso al entusiasmo».
Los dos primeros, en Diálogos Borges Sabato compaginados por Orlando Barone (1976). Buenos Aires: Emecé, 1996; 173 pp.; ISBN: 950-04-0052-9.
Los dos siguientes, en Adolfo Bioy Casares. Borges (2006). Barcelona: Destino, 2006; 1663 pp.; col. Imago Mundi; edición al cargo de Daniel Martino; ISBN: 978-9507320859.