El protagonista de Cómo empezó mi vida prestada, de Jenny Valentine, es Chap, un chico vagabundo de 16 años. Su relato comienza cuando, después de una pelea en el albergue de Londres donde se aloja desde hace dos días, lo encierran y entonces alguien descubre que sus rasgos coinciden con otro chico desaparecido hace dos años: Cassiel Roadnight. Le preguntan si es él y, por distintas razones, dice que sí. A continuación viene la hermana de Cassiel, Edie, a buscarlo y se lo lleva. En la casa de los Roadnight, en el campo, le espera su madre, Helen, y, al día siguiente, llega su hermano mayor Frank. La narración alterna el presente —las dudas y temores del protagonista, sus deducciones sobre los misterios de su nueva familia, sus intervenciones cuidadosas para no delatarse— con su pasado, pues recuerda su vida desde muy pequeño con su abuelo y, después, el momento en el que a su abuelo se lo llevaron y él se quedó solo.
El relato funciona porque la situación no se prolonga lo bastante para ser improbable y porque la voz del narrador es convincente: al ir señalando paso a paso qué va pensando, y al ir haciéndose continuas preguntas sobre qué hacer o decir, hace partícipe al lector de sus agobios y de sus inquietudes. No cuenta las cosas en presente sino desde un punto indeterminado del futuro, después de que todo terminó: «me engañé diciéndome que me necesitaban tanto como yo a ellos. Me engañé diciéndome que podría acabar con todo su sufrimiento con tan sólo aparecer (…) No pensé que el hecho de ser él me obligaría a vivir al borde del precipicio». Como se podría esperar, hacia la mitad de la novela, cuando ya Chap está en su nueva casa, el relato coge acentos y ritmo de thriller inquietante: ¿por qué desapareció Cassiel Roadnight? ¿quiénes fueron los padres de Chap? En este punto se le puede reprochar a la historia que algunos personajes importantes, como Frank y un conocido de Cassiel llamado Floyd, no estén del todo perfilados. En cualquier caso es una historia bien organizada y bien narrada, de las que activan la empatía del lector con el protagonista y quienes le rodean.
Jenny Valentine. Cómo empezó mi vida prestada (The Double Life of Cassiel Roadnight, 2010). Madrid: Alfaguara, 2012; 311 pp.; trad. de Mercedes Núñez; ISBN: 978-84-204-1199-6.