Escritor norteamericano. 1954-. Nació en East Meadow, Nueva York. Licenciado en Económicas y en Derecho. Ejerció como abogado antes de dedicarse por completo a escribir, en 1989. Es autor de varios relatos infantiles y juveniles.
HoyosMadrid: SM, 2001; 240 pp.; col. El barco de vapor, serie roja; trad. de Elena Abós; ISBN: 84-348-7860-7. [
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Debido a un delito menor que no ha cometido, un chico de unos 16 años llamado Stanley Yelnats (nombre que puede deletrearse al derecho y al revés), es castigado a trabajar en el Campamento Lago Verde, una especie de correccional de menores situado en un desierto de Texas. Debe cavar cada día un hoyo de metro y medio de ancho por metro y medio de alto. Pero Stanley escapará, junto con su amigo Zero, y logrará terminar con la maldición que parecía pesar sobre su familia.
Novela realista con aspectos inverosímiles pero con indudables méritos. Entre otros, un tema sin precedentes en la literatura juvenil; un protagonista cuya culpa es haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado; un estilo ágil por medio de un lenguaje cortado, con frases breves, muchos puntos y aparte, y unas descripciones repetitivas que transmiten la dureza del trabajo en el campamento; una estructura en capítulos cortos con cambios de escenario y saltos temporales frecuentes; un filtro narrativo que a veces hace ir al lector por delante del protagonista; leves golpes de humor primario que siempre son eficaces con los lectores jóvenes. Pero, sobre todo, se combinan bien entre sí muchos hilos: el presente y el pasado del protagonista, la historia de su familia y las cosas que, tiempo atrás, ocurrieron en el lugar donde los chicos cavan agujeros, el verdadero motivo de que se ocupen de un trabajo tan extraño. Aunque todas estas cualidades explican los numerosos premios que ha recibido la novela, lo cierto es que los personajes del campo son poco creíbles por su arbitraria crueldad, que hay mucho de artificio en el engranaje tan ajustado de todas las piezas, y que termina con un final feliz tan comercial como improbable. Pero debe señalarse también que tales ¿defectos? redundan en su éxito: los jóvenes también ven como arbitrarios no pocos aspectos del comportamiento adulto, muchos lectores se ven atrapados por el deseo de resolver el puzzle que se les presenta y sin duda prefieren el desenlace satisfactorio donde todo encaja.
4 diciembre, 2014