KIRKEGAARD, Ole Lynd

KIRKEGAARD, Ole LyndAutores
 

Escritor e ilustrador danés. 1940-1983. Nació en Aarhus. Autor de novelas, obras teatrales, guiones de radio y televisión. Falleció en Breth, Jylland.


La aventura volante de Hodia
Madrid: Alfaguara, 2002, 13ª impr.; 102 pp.; col. Infantil Alfaguara; ilust. del autor; trad. de Leopoldo Rodríguez Regueira; ISBN: 84-204-4817-6. Nueva edición, titulada La aventura de Hodia de Piort, en Pontevedra (Cangas do Morrazo): Sushi Books, 2014; 104 pp.; trad. de Moisés Barcia; ISBN: 978-8415920472. [Vista del libro en amazon.es]

En el país de Bulguislavia, un chico de nombre Hodia tiene grandes inquietudes por irse a recorrer mundo. Sus sueños pueden cumplirse cuando le regalan una alfombra voladora. Empiezan sus viajes, pero otras personas desean tener la misma alfombra.


Tarzán de goma
Madrid: Alfaguara, 1992, 6ª ed.; col. Juvenil Alfaguara; ilust. del autor; trad. de Leopoldo Rodríguez; ISBN: 84-204-4095-7. Nueva edición en Pontevedra (Cangas do Morrazo): Sushi Books, 2014; 96 pp.; trad. de Moisés Barcia; ISBN: 978-8415920397. [Vista del libro en amazon.es]

Iván Olsen es un chico pequeño y débil. Sus compañeros del colegio le gastan bromas pesadas, el profesor de gimnasia le pide que haga esfuerzos imposibles, su padre lamenta tener un hijo ignorante y tonto, que no sea un hombre de verdad como su ídolo de novela Tarzán. Cuando una bruja le puede conceder un solo deseo, Iván formula el deseo de que le conceda todos los deseos. Pero la bruja sólo puede concederle un deseo tan grande durante un día completo y nada más.



El autor usa frases cortas, muchos puntos aparte, frecuentes diálogos, letras mayúsculas, y maneja una clase de humor algo extravagante. En sus relatos abundan las situaciones pintorescas, que pueden hacer gracia porque resultan singulares, porque a veces acentúan con agudeza cómo el comportamiento adulto no tiene mucha lógica, y porque recogen bien los procesos mentales que siguen los chicos para fabricarse aventuras propias. Si en una primera lectura muchos de sus relatos dejan una impresión algo caótica, no sucede así en La aventura volante de Hodia, una historia más hilada, ni en Tarzán de goma, obra con el interés adicional del problema que plantea y la forma en la que no se resuelve.

Iván, un chico con deseos de hacer caso y de ser útil, «tenía que haber algo para lo que él sirviera», se siente continuamente abrumado por su profesor de gimnasia «que había olvidado lo que era ser pequeño y tener miedo», y sobre todo por un padre que le repite una y otra vez «un chico mayor como tú no se asusta»… Pero cuando la situación vuelca, Iván emplea su nuevo y provisional poder para dar unas cuantas lecciones a quienes antes no le han comprendido. Y cuando su padre dice a Iván que «los niños no deben hablarle así a las personas mayores», Iván sabe responderle de modo contundente: «Tampoco los padres deben hablarle así a sus hijos». Si en vez de fijarnos en cómo Iván se deja llevar por el resentimiento acumulado durante los sucesos de la primera parte, atendemos a que Kirkegaard da un final correcto a su relato y a la justicia del mensaje de fondo, estamos ante la opción de creer en la moraleja sin necesidad de creer en el cuento.


13 junio, 2012
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