SANDOZ, Mari

SANDOZ, MariAutores
 

Escritora norteamericana. 1896-1966. Nació en Sheridan County, Nebraska. Estudió y fue profesora en su estado natal. Novelista e historiadora de la vida de los indios y de los colonizadores del Oeste. Falleció en Nueva York.


El cazador de caballos
Mallorca: Olañeta, 1996; 175 pp.; col. Hesperus; trad. de Francesc Gutiérrez y Carlos Polit; ISBN: 84-7651-529-4.

Uapití, el joven cheyén protagonista, debería llegar a ser un gran guerrero como su padre y sus hermanos. Pero a él le repugna matar y sólo desea cazar caballos, a pesar de la humillación que actuar así significa para él entre su pueblo. En las luchas entre su pueblo y otras tribus probará su valentía y mantendrá su decisión, con lo que va ganándose respeto y admiración entre su gente. En un poblado de comanches conoce a unas agilísimas chicas que también son cazadoras de caballos, y logra capturar un caballo denominado por ellas «el caballo espíritu, blanco como luz de luna, blanco como una gran nube recortada en el cielo, y muy difícil de ver en las llanuras secas y ardientes».


Perdidos en la nieve
Mallorca: Olañeta, 1995; 47 pp.; col. Hesperus. trad. de Ángela Pérez; ISBN: 84-7651-214-7.

En medio de una tempestad de nieve, un autobús escolar vuelca. La maestra y los niños se refugian en un cobertizo que fabrican entre unos árboles. Durante varios días sobreviven como pueden, mientras afloran las tensiones.



La autora vivió de niña cerca de las reservas indias de Dakota del Sur y de las Black Hills. Sus libros nacieron de los relatos de los viejos tramperos, algunos de su propia familia, del contacto directo con los indios en su infancia y juventud, y de una meticulosa investigación histórica de la conquista del Oeste y de la historia india. Entre sus obras destaca una biografía del jefe sioux Caballo Loco (Crazy Horse, 1942).

El cazador de caballos es un relato realista y emotivo con el aliento de las grandes aventuras. En él se dibuja la vida de algunas tribus indias en los verdaderos paisajes del Oeste, donde viven las manadas de bisontes y de caballos salvajes. Además de la fiel reconstrucción ambiental, se refleja con vigor el mundo interior del joven Uapití, su ansiedad por lograr un reconocimiento distinto al de «un guerrero y escalpador»; su aprendizaje como cazador —«vuélvete caballo en pensamiento y en todo lo demás», le había dicho Cazacaballos Anciano—; sus actitudes de respeto hacia los animales, de paciencia infinita para esperar el momento adecuado, de satisfacción y orgullo después de la caza o al entrar triunfante a su pueblo.

Perdidos en la nieve es un relato de otro género, que recoge un hecho real que sufrió una sobrina de la autora en enero de 1949. Están bien plasmados los distintos comportamientos en esa situación límite: las quejas de unos contra otros, los comportamientos egoístas, la tensión de la maestra con el conductor, que varias veces amenaza con salvarse solo pero que al fin se queda y ayuda.


19 agosto, 2009
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