CHRISTIE, Agatha

CHRISTIE, AgathaAutores
 

Escritora inglesa. 1890-1976. Nació en Torquay, Devonshire. En 1920 publicó el primero de sus numerosísimos libros policíacos. Después de divorciarse de su primer marido se casó con un arqueólogo y, por esta razón, pasó frecuentes temporadas en Siria e Irak. Falleció en Wallington, Berkshire.


Diez negritos
Barcelona: Molino, 2003; 190 pp.; col. Agatha Christie; trad. de Orestes Llorens; ISBN: 84-272-9803-X. Nueva edición en Madrid: Espasa, 2015; 232 pp.; ISBN: 978-8467045390. [Vista del libro en amazon.es]

Diez personas muy diferentes son convocadas a pasar unos días en la mansión edificada en la solitaria isla del Negro. En la conciencia de cada una pesa un crimen que ocurrió en el pasado pero que, por una u otra razón, no ha sido considerado como tal por la justicia. Siguiendo las estrofas de una antigua canción de cuna titulada «Diez negritos», se irán sucediendo las muertes.



No se puede decir que las novelas de Agatha Christie sean infantiles o juveniles. Pero sí es un hecho que para muchos lectores jóvenes son un primer acercamiento a una literatura de más alcance.

Diez negritos es una de sus obras más conocidas. En ella brilla el mejor ingenio y el estilo propio de la autora inglesa: su capacidad de montar una trama-jeroglífico creíble, de crear un clima angustioso, de dibujar unos personajes muy ingleses en sus actitudes y en todo su comportamiento, de mantener tenso al lector hasta la última página. Y, sobre todo, es patente lo característico de las intrigas policíacas de Agatha Christie: los orígenes de los crímenes y, por tanto, su resolución, se centran en las motivaciones psicológicas.

Una producción tan extensa es necesariamente desigual pero sus novelas son ágiles, están bien compuestas y sabe dar en cada momento las pinceladas oportunas. En Diez negritos, el juez Wargrave «alargaba el cuello como una tortuga enfadada»; en los momentos de mayor inquietud «los pensamientos que se arremolinaban en sus cerebros volvíanse morbosos, febriles»…, y eso sin contar con que «un viento huracanado y el continuo tamborileo del agua azotando los cristales acabaría por volverles locos»…

Ningún sitio más apropiado que un fregadero

Para los que se pregunten cómo se pueden producir tantas obras y tan ingeniosas, Agatha Christie proporciona un consejo al comienzo de Los trabajos de Hércules (The Labours of Hercules, 1947), cuando explica las dificultades que tuvo para terminar esos relatos: «El fregadero es el lugar más seguro y apropiado para planear mentalmente una historia. El trabajo meramente mecánico ayuda al fluir de las ideas y resulta delicioso encontrarse hechas las tareas domésticas sin acordarse de que una las hizo. Recomiendo de forma particular la rutina de los trabajos caseros a todas aquellas personas que pretendan crear una obra literaria. Ello no incluye el cocinar, pues en sí ya es una creación, mucho más divertida que escribir mas, por desgracia, no tan bien pagada».

Para que un crimen resulte interesante

En cuanto al truco de Agatha Christie para componer novelas policiacas, ella misma lo revela en el comienzo de El caso de los anónimos (The Moving Finger, 1943): «Para que un crimen resulte interesante, ha de producirse entre gente que ustedes mismos podrían encontrar cualquier día». Lo detalla un poco más en la introducción a Pasajero para Fráncfort (Passenger to Frankfurt, 1973): «Una no inventa sus encuadres. Éstos pertenecen al mundo exterior, se encuentran a nuestro alrededor, existen ya… No hay nada más que extender la mano y cogerlos, después de elegir. Un tren, un hospital, un hotel londinense, una playa del Caribe, una aldea campesina, una reunión de amigos, una escuela de niñas. Sólo una cosa es aplicable, que tiene que estar por ahí, que ha de existir. Gente real, sitios reales. Un lugar concreto en el tiempo y en el espacio. Aquí y ahora».

Otras novelas de Agatha Christie

Los protagonistas más conocidos de las novelas de Agatha Christie son Hércules Poirot y Miss Marple. Jane Marple aparece por primera vez en Muerte en la vicaría (The Murder at the Vicarage, 1930). En la presentación a los primeros casos de la Señorita Marple, Señorita Marple y trece problemas (Thirteen Problems, 1932), la autora confiesa que «la señorita Marple tiene una ligera semejanza con mi propia abuelita, es también una anciana blanca y sonrosada, quien, a pesar de haber llevado una vida muy retirada, siempre ha demostrado tener gran conocimiento de la depravación humana». Y prosigue: «Siento predilección por ella. Creo que lo suyo son las historias cortas, le van mejor a su estilo. Poirot, en cambio, necesita todo un libro para desplegar su talento». El misterioso caso de Styles (The Misterious Affair at Styles, 1920) es el primer asunto de Poirot y de Cartas sobre la mesa (Cards on the Table, 1936), Agatha Christie indica que «fue uno de los casos favoritos de Hércules Poirot», no en vano en él «es la mente del criminal lo que reviste mayor importancia». Otros relatos, entre muchos, que han alcanzado fama son Cianuro espumoso (Sparkling Cyanide, 1945), El asesinato del Oriente Express (Murder on the Orient Express, 1934), Muerte en el Nilo (Death on the Nilo, 1937).

Hay más información sobre la autora y sus obras en su Autobiografía.


12 marzo, 2009
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